Nosotros cuando vamos a una ciudad siempre intentamos ir a sus museos porque a través de ellos conocemos mucho más cómo son, como piensa la gente de la ciudad. ¿No te pasa que sales conociéndolos más? Es por eso que teníamos muchas ganas de ir a la galería Nacional de Islandia que se encuentra en Reykjavik en tres edificios distintos.
Por cierto ya que estás en Reykjavik y vas a visitar la ciudad te vamos a contar planes que hacer. A nosotros nos encanta la posibilidad de ver ballenas que nosotros las vimos con Special Tours y tenemos un 10% de descuento si usas el código “EUSKADIZ”), el museo de las ballenas, el Perlan y el Fly Over en la capital. Pero también te puedes alquilar un coche (pincha AQUÍ para que te lleve al buscador desde donde siempre buscamos nosotros) y recorrer este maravilloso país. Por ejemplo puedes ver sus famosas montañas de colores, el Círculo Dorado (es un imprescindible), puedes hacer una excursión a Snaefellsnes o hacer una excursión por los glaciares y cascadas del sur de Islandia.
Y si quieres viajar y más en estos tiempos… Es super importante que lo hagas con un SEGURO DE VIAJES. Imagínate que a última hora no puedes viajar, que te pones enfermo, te pierden la maleta, tienes una caída… Te pueden pasar taaaantas cosas… Y nosotros solo te vamos a recomendar Chapka. AQUÍ TIENES UN ENLACE PARA QUE TE HAGAN UN DESCUENTO DE NUESTRA PARTE.
UN VISTAZO RÁPIDO
Esta galería obviamente es un sitio histórico fundado en 1884 y está en Reykjavik. Es una forma de conocer a los famosos artistas de Islandia. Actualmente (todo puede cambiar) el edificio principal está al lado de la Iglesia libre de Reykjavik, en el distrito de Midborg pero no siempre estuvo allí.
En el Alpingishúsid (la Casa del Parlamento) las obras estuvieron hasta 1950 y allí también estaba la Biblioteca Nacional de Islandia. Es a partir de 1951 cuando se abre al público y en 1961 el museo es completamente independiente. Actualmente están divididos en tres edificios que está en diferentes ubicaciones.
El museo está abierto todos los días de 10:00 a 17:00 y tiene un precio de 2000 coronas para adultos, 1000 para mayores de 67 años o estudiantes y para los niños y las personas con alguna discapacidad es gratis. Eso sí, hay que pagar en cada edificio que visites, no es una entrada única.
Este edificio está ubicado en la calle Fríkirkjuvegur número 7, y es el que tiene la ubicación más bonita de todos porque está frente al precioso lago de Reykjavik. Impresiona mucho descubrir las obras de arte y poder echar un ojo entre sus ventanales la tranquilidad y la calma de este bonito lugar.
La obra más antigua es del siglo XVI y hay hasta 1500 obras de arte. Y por cierto, si quieres hacer una parada (no hay muchas sillas para poder contemplar las obras) tienen una cafetería estupenda donde te puedes tomar un café o un té gratis mientras ves una proyección de entrevistas a artistas. También si te hace falta se alquilan salas de reuniones.
El edificio tiene tres plantas y diferentes salas donde hay distintas exposiciones dependiendo del momento del año. Nosotros hemos ido a finales de septiembre del 2022 y ha sido un placer hacerlo en esta época del año porque a penas había turistas. Estas son las salas que hemos visitado y las obras que más nos han gustado.
Aquí pudimos ver la obra de la islandesa Margret H. Blondal (28.5.2022 — 2.10.2022). La exposición Liðamót / Ode to Join tiene dibujos dibujos con óleo y pigmentos en polvo, y por otro lado, piezas tridimensionales que se han realizado directamente en la sala de la exposición como respuesta al espacio. En las obras de Margrét, el movimiento surge de los tabiques al instalarlos en el espacio y la relación entre ellos. Por otro lado, la parte inglesa del título, Ode to Join, es una oda a las conexiones, donde cada escultura o dibujo se convierte en un elemento de una composición musical polifónica. De hecho, las instalaciones de Margrét se han comparado con poemas sinfónicos.
A esta artista islandesa (Ingunn Fjóla Ingþórsdóttir, 28.5.2022 — 2.10.2022) le gusta la experiencia directa con el público y en esta obra se nota ya que se puede pasear tranquilamente alrededor de ella para poder observarla de cerca. La instalación se llama The Only Constant is Change tiene un elemento de familiaridad ya que el artista revisa y combina componentes de obras anteriores de una manera nueva. La sensación que da cuando se ve la obra es que hay una quietud pero a la vuelta de la esquina siempre vuelve el movimiento.
Pero su obra es mucho más complicada de lo que parece, ya que evoca preguntas sobre algoritmos, codificación, sistemas políticos y económicos… Aunque como en cualquier obra, lo importante es lo que siente cada uno cuando la ve.
Las obras que vimos y que puedes ver (2.7.2022 — 2.10.2022) en esta sala fueron las que más me alucinaron. Me impresionaron muchísimo los cuerpos de mujeres embarazadas de los que pendían a veces otros humanos o se podía ver el interior de ese útero. Simplemente apasionante. Esta obra es de Valgerdur Gudlaugsdóttir (1970-2021) y se llama Creación, 2021. La sociedad quiere que seamos iguales, pero eso es imposible. También escenifica estereotipos, como la mujer con los tacones.
Hay otro autor que tampoco deja indiferente a nadie que es Fritz Henddrik Berndsen (1993) con su obra Unboxing, 2019. Esta obra tiene tanto un vídeo como una serie muy larga de cajas hechas en madera con nada en su interior. Es una clara referencia a los Unboxing que se hace en Youtube (sobre todo con cosas electrónicas) haciéndole una oda a las Matryoshka y recordando que a lo largo de toda la historia el solo hecho de ser una caja, ya tenía valor.
Y una obra que es imposible que te deje indiferente, es la de unos ratones emparedados en una pared. Parecen muertos, como pinchitos morunos, pero hay dos altavoces próximos a ellos y se escuchan sonidos. Pues bien, son sonidos reales que no se pueden escuchar por el oído humano en circunstancias normales pero parece ser que son voces de los ratones entre ellos. ¿No es impresionante? Cada vez más me gustan las performances.
Aquí los amantes de las joyas vais a disfrutar muchísimo la exposición de Dieter Roth (5.6.2022 — 22.1.2023). Bocetos, anillos imposibles, colores, símbolos... Son joyas que se pueden cambiar, que pueden ser reconfiguradas con intercambiables partes. Es usar “joyería-basura” como una pulsera, como broche… El artista piensa que hacer joyas es como el arte: Se pueden utilizar objetos considerados como basura y se transforman en una pieza de arte.
A mí me fascina ir a las tiendas de souvenirs de los museos. Allí siempre aprendes a qué obras marketing le da más valor, que es lo que quieren vender, lo que compra más la gente… Y en esta tienda de la galería Nacional de Islandia lo que más me llamó la atención es que era prácticamente una tienda dedicada a los niños. ¡Si vas con niños van a quererlo todo! Hasta me dieron ganas de pintar a mi. Eso sí, como cosa adulta debo decir que también me enamoré de la colección de tonos marrones donde había bolsas de neceser, cojines…
Dando un paseo de 8 minutos andando llegas a este edificio (tan bonito) de “la casa de las colecciones”. Yo diría que es de los tres espacios el que más me ha gustado porque me ha hecho entender un poco a Islandia, y eso me ha gustado. Sus obras son muy diferentes entre ellas pero todas ellas son Islandia.
Este cuadro por ejemplo que se llama “Lavanderas en aguas termales, 1931” de Kristín Jónsdóttir (1888- 1959) me parece un cuadro muy real de lo que ha sido la vida en Islandia hasta hace bien poco. Esta artista se dedicó a viajar por Islandia pintando su abrumadora naturaleza. Esta escena es en Laugardalur donde las mujeres a diario lavaban su ropa en agua calentita. También nos recuerda mucho a los impresionantes por su captación de la luz (en este caso con el vapor del agua)
Este cuadro por ejemplo refleja claramente cómo se vive en Islandia en verano. En las noches de verano claramente hay una luz especial. No es que nunca sea de noche, al final oscurece algo, pero es verdad que parece de día, y eso es algo maravilloso que hemos experimentado nosotros en Reykjavik al vivir aquí unos meses. Por eso quizás me ha hecho tanta ilusión poder ver que los pastores islandeses de los años 60 estaban tranquilamente “bajo la luz de la noche” con sus animales a la fresquita.
Otro cuadro que me parece que evoca muy bien lo que tiene que ser enterrar a un islandés en pleno invierno en un pueblito de la montaña, con nieve, viento frío… Es “rural funeral” de 1939 del artista Eggert Gudmundsson (1906- 1983). Realmente es descarnadora la imagen que se ve y se siente y cualquier persona que haya venido a Islandia en invierno puede imaginarse que debería ser exactamente así un entierro rural.
Pero no todos son cuadros, en este espacio también hay esculturas, como ésta hecha en papel. A esta artista le gusta mezclar la familia con exóticos elementos, humanos e inmortales, agradables y desagradables (a mi parecer en esta escultura ambos desagradables). Ella dice que su obra está entre el día y el sueño, entre lo figurativo y lo abstracto.
Otro artista del oeste islandés que le gusta lo abstracto es Ásmundur Sveinsson (1893-1982) con su obra “Hell ride”, 1944. Este tallador en madera al principio fue bastante incomprendido ya que usa el lenguaje neo-cubista. A este artista lo que le gustaba era evocar la calamidad del siglo XX. (Casi nada)
Y siguiendo con el surrealismo pero en esta ocasión en forma de cuadro, tuvimos la suerte de contemplar un cuadro lleno de color llamado “New Year´s Eve” (1985) de Gunnar Örn Gunnarsson (1946- 2008). Utiliza colores un poco “agresivos” y varias criaturas que él elige de imágenes medievales del día del juicio. Lo cierto es que suele utilizar estas figuras y es la conexión entre el hombre y la naturaleza y la interacción de individuos consigo mismo y con otros. La especulación sobre la dualidad del ser humano aparece también el día de año nuevo, y de ahí el nombre del cuadro.
Hay una sala en este edificio que me llamó mucho la atención porque sólo había tres sillas y frente a esas sillas había una proyección que podría ser la casa de cualquiera de nosotros. El típico sofá con un cuadro encima. Pues bien, esta exposición trata el tema y te explica con esta obra llamada “the sofa painting, 2001” de Anna Jóa (1969) y Ólöf Oddgeirsdóttir (1953)que en Islandia hay una gran tradición de poner un sofá enfrente de una pared y arriba del sofá poner un cuadro. Dice que el hecho que la Islandia rural se mudara en los años 60 a la ciudad de Reykjavik hizo que echaran de menos su naturaleza, sus campos… Y pusieran precisamente esos campos en cuadros sobre sus sofás.
Sorpresas te da la vida… Las salas están al oeste o al este de la escalera, pero cual fue mi asombro al ver esta maravillosa escultura al pasar de un lado a otro. Para mí es claramente un corazón con patas. Esto si que es fusión entre la realidad y los sentimientos.
En la segunda planta el tema central es el océano (que para eso Islandia es una isla) donde se exhiben los tesoros del arte islandés. Todo lo que puedes ver son obras que se relacionan con los mares y con el discurso sobre la sostenibilidad.
Islandia es un país que está muy preocupado por el calentamiento global, y no es para menos, porque cualquiera (nosotros mismos hacemos las comparaciones) puede ver cómo antes un glaciar llegaba a una zona y tan solo unos años después hay menos glaciar, una verdadera pena. Por eso los artistas están tan concienciados y lo muestran a través de su obra.
Los islandeses tienen claro que todos los océanos están conectados y que cubren más del 70% de la superficie terrestre. Además, el océano impulsa sistemas globales que hacen que nuestro planeta sea habitable para los humanos, y precisamente esto ha sido inspiración para muchos artistas. Esta escena por ejemplo “Fish processing” es reconocible tanto en el siglo XX como en el XXI, los islandeses siguen conectados con la pesca principalmente del bacalao.
Este vídeo lo vi varias veces. Una vez sin cascos y otra vez con cascos (sin duda hay que verlo con cascos). Son tres chicas vestidas de novia con diamantes pegados bastante horteras y con cascos puestos que quedan para quitar tripas a un pescado y para rellenarlo de calamar. Realmente es maravilloso escuchar la música que ellas están escuchando, ver como les da exactamente igual lo que están haciendo. Nada les da asco. Pero al espectador le resulta chocante el hecho de que vayan de gala mientras hacen de “pescaderas”.
Hay una sala donde además de poder ver cuadros con temática marina, en la pared hay una proyección permanente de un mar con olas. La verdad que el efecto acentúa todavía más lo salvaje que es el mar en Islandia, lo valiente que hay que ser para poder pescar en la isla, y te sumerge inmediatamente en cada obra.
Sin duda el cuadro que más me impactó de esta serie fue “Fishes of the sea”, 1995 de Helgi Porgils Fridjónsson (1953). Representa a un hombre rodeado de varios animales y muestran al hombre individualmente y como parte del contexto más amplio de la naturaleza y la sociedad. Vamos, yo la pondría claramente en el salón de mi casa. Me parece bellísima y llena de alegría.
Y nada menos que la casa de Ásgrímur Jónsson (1876-1958) que es uno de los pioneros en la historia del arte islandés. Fue el primer pintor islandés en hacer carrera en el arte. ¿Y qué mejor que ir a visitar la casa donde él pintaba?
El momento en que él empezó a pintar era el momento en el que Reykjavik se empezaba a convertir en una pequeña ciudad, así que es fácil imaginarse la gran inspiración que podía tener el artista en esa casa y probablemente sería una de las pocas casas que habría en la zona…
Este artista fue claramente influenciado por el impresionismo y así se puede ver en algunas de las pinturas de la planta de arriba de la casa que era precisamente donde pintaba. Y como buen islandés lo que sobre todo pintaba era la naturaleza de la isla. También fue pionero de pintar algo que le gusta mucho a los islandeses y son los cuentos populares. Y gracias al artista podemos disfrutar de su arte porque dejó expresamente en su testamento que quería que su obra fuera vista en la galería Nacional de Islandia. ¡Así que todo un privilegio para nosotros!