Esta es una excursión para ti que vas a ir al Círculo Dorado y además quieres hacer un tour especial por la zona, concretamente cerca de Gullfoss. Porque a un glaciar se puede ir con una excursión especial andando con crampones (que está muy guay), pero ¿una excursión en moto de nieve no es un poco lo que esperas poder hacer en Islandia? Te contamos nuestra experiencia con la empresa Mountaineers.
Por cierto ya que imaginamos que tu avión llegará a Reykjavik (está a solo 50 minutos en coche de Fontana) tienes que visitar la ciudad. ¡Por supuesto! A nosotros nos encanta la posibilidad de ver ballenas que nosotros las vimos con Special Tours y tenemos un 10% de descuento si usas el código “EUSKADIZ”), el museo de las ballenas, el Perlan y el Fly Over en la capital. Pero también te puedes alquilar un coche (pincha AQUÍ para que te lleve al buscador desde donde siempre buscamos nosotros) y recorrer este maravilloso país. Por ejemplo puedes ver sus famosas montañas de colores, el Círculo Dorado (es un imprescindible), puedes hacer una excursión a Snaefellsnes o hacer una excursión por los glaciares y cascadas del sur de Islandia.
Y si quieres viajar y más en estos tiempos… Es super importante que lo hagas con un SEGURO DE VIAJES. Imagínate que a última hora no puedes viajar, que te pones enfermo, te pierden la maleta, tienes una caída… Te pueden pasar taaaantas cosas… Y nosotros solo te vamos a recomendar Chapka. AQUÍ TIENES UN ENLACE PARA QUE TE HAGAN UN DESCUENTO DE NUESTRA PARTE.
UN VISTAZO RÁPIDO
Para esta excursión en moto de nieve vas a necesitar haber alquilado un coche o hacer una excursión que acabe justo en el parking de Gullfoss porque será allí donde te recogerá el super-mega-autobús más guay que vas a ver en el parking a las 12 de la mañana. Así que la idea es dejar allí el coche aparcado (es gratis) y montarte en el autobús.
Al campo- base se llega en unos 40 minutos que se pasan muy rápido. Además en el trayecto tienes que firmar el papel de tus responsabilidades ya que es una excursión de aventura en Islandia (aunque es moderada, apta para todos los públicos teniendo en cuenta que la edad mínima son 6 años e irán de paquete además de sólo poder ir un niño por adulto).
Al llegar al campo- base puedes ir al baño (aprovecha nada más llegar) porque después te vas a poner mucha ropa encima y no vas a poder ir. Al llegar a la habitación donde está toda la ropa… ¡Comienza la aventura!
En realidad lo único que tienes que llevar es ropa abrigada e impermeable como para toda Islandia. Piensa que vas a estar en un glaciar, así que seguro que va a hacer frío y que vas a hacer una excursión en moto de nieve (aunque es verdad que se va a una velocidad suave y no es el frío que se puede pasar en una moto convencional).
Nuestro consejo es que te pongas muchas capas, y que no te lleves ni gorro ni guantes (no te lo vas a poder poner) y que tengas en cuenta si tus botas son impermeables de verdad o no (si no lo son no te preocupes que te prestan una). Lo único que tienes que llevar es agua y comida por si te da hambre por el frío en esas 4 horas que dura en total la excursión. Estas son las prendas con las que te disfrazan:
Primero tienes que saber que la moto de nieve siempre es para dos personas, y en el caso que quieras ir sólo tienes que pagar un extra. El precio por persona es de 29.000 coronas. Nosotros lo que hicimos fue que a la ida llevó la moto Roberto y a la vuelta la llevé yo (Sandra), y es lo mejor. Porque el que va de paquete puede ir haciendo fotos o vídeos y el de delante es el que disfruta realmente de la experiencia.
A nosotros ya nos pareció impresionante en ir ese pedazo de autobús que encima cuando llega a la zona del glaciar circula un poco sobre el hielo… ¡Increíble! Nosotros nada más llegar nos podríamos haber caído perfectamente diez veces… ¡El suelo al bajar resbala muchísimo! Pero lo cierto es que siempre hay alguien cerca que te da la mano y te puedes ir agarrando a las motos que ya están aparcadas.
Lo primero es lo primero… Y lo primero siempre es la seguridad. Así que nuestro guía nos explicó de forma muy instructiva y divertida que hay un botón que para la moto, que tienes que levantar la mano si necesitas ayuda y que con la izquierda puedes frenar y con la derecha acelerar. ¡Es muy fácil! Además todos vamos en fila india y siempre tienes cerca a algún guía así que no hay peligro ninguno.
¡Y ahora a disfrutar! Papa Noel debe hacer un viaje parecido cuando va con sus regalitos por el mundo porque digo yo que ya estará modernizado… Es increíble conducir por una carretera (tiene charcos obviamente y no está perfecta pero está bastante bien) y poder ver como lo que tienes a un lado y a otro lado es ¡hielo! Con sus grietas y sus tonalidades… Porque el hielo no es siempre blanco, claro.
Si te digo la verdad yo antes de ir tenía un poco de miedo porque tampoco soy muy aventurera, pero en cuanto me monté… ¡Tuve ganas de acelerar! Es verdad que no puedes hacerlo y hay que dejar una distancia prudencial entre moto y moto, ¡pero es lo que me pedía el cuerpo!. La carretera es muy cómoda y la sensación de atravesar un charco que tú ves como un pequeño río con la pedazo de moto es brutal. Eso sí, cuando se coge una curva hacia la derecha por ejemplo, el cuerpo de ambos tiene que girar hacia la derecha. ¡Y así parece que estamos en un circuito!
A ver, lo más impresionante obviamente es poder conducir tu propia moto de nieve en un glaciar. Eso no tiene precio y lo disfrutas muchísimo durante una hora… Pero hay una sorpresa y es que cuando llegamos a un punto en el glaciar que es bastante espacioso, pudimos aparcar nuestras motos de manera ordenada y estuvimos 10 minutos tirandonos bolas de nieve, y simplemente disfrutando del privilegio de poder estar allí.
A la vuelta, todos volvimos muy cansados, muchos dormidos y es que teníamos nervios por hacer la actividad, y luego tuvimos adrenalina al hacerla y finalmente acabamos como niños pequeños. En definitiva, diremos que es una experiencia de aventura moderada apta para todas las familias y que la próxima vez nos gustaría hacerla pero de forma más rápida (seguro que nos da miedo), ¿pero la vida no es para disfrutarla?