Decir “Islandia” es decir “agua termal” pero una vez que vives aquí (nosotros nos hemos venido a vivir unos meses) te das cuenta que no todas las aguas termales molan, que hay algunas muy turísticas y que tú lo que quieres estar en el paraíso pero sin tanto turista. Y por eso te vamos a hablar hoy de nuestra estupenda experiencia en las aguas termales Hvammsvík.
Por cierto ya que imaginamos que estás en Reykjavik tienes que visitar la ciudad. ¡Por supuesto! A nosotros nos encanta la posibilidad de ver ballenas que nosotros las vimos con Special Tours y tenemos un 10% de descuento si usas el código “EUSKADIZ”), el museo de las ballenas, el Perlan y el Fly Over en la capital. Pero también te puedes alquilar un coche (pincha AQUÍ para que te lleve al buscador desde donde siempre buscamos nosotros) y recorrer este maravilloso país. Por ejemplo puedes ver sus famosas montañas de colores, el Círculo Dorado (es un imprescindible), puedes hacer una excursión a Snaefellsnes o hacer una excursión por los glaciares y cascadas del sur de Islandia.
Y si quieres viajar y más en estos tiempos… Es super importante que lo hagas con un SEGURO DE VIAJES. Imagínate que a última hora no puedes viajar, que te pones enfermo, te pierden la maleta, tienes una caída… Te pueden pasar taaaantas cosas… Y nosotros solo te vamos a recomendar Chapka. AQUÍ TIENES UN ENLACE PARA QUE TE HAGAN UN DESCUENTO DE NUESTRA PARTE.
UN VISTAZO RÁPIDO
Pues muy cerquita de Reykjavik, a unos 45 minutos en coche, (cerca del Círculo Dorado) y justo en la dirección contraria que hacen todos los turistas por lo que solo unos afortunados son los que logran bañarse aquí. ¡Perfecto! El lujo es la exclusividad desde luego, y aunque si vienes en agosto por supuesto que hay gente, habrá mucha menos que en otras aguas termales más famosas. De todas formas nosotros lo que hicimos fue ir justo a la hora a la que abren, así que así te aseguras que haya muy poquita gente.
EL horario es de 11:00 a 22:00 (la última entrada es a las 20:30) todos los días. Pero eso sí, tienes que hacer una reserva online antes de ir. La dirección exacta es en medio de Hvalfjörður (“Fiordo de ballenas”), en la ruta 47. La forma más fácil de llegar desde Reikiavik es tomando la ruta 1 hacia Borgarnes/Akureyri (hacia el norte). Una vez fuera de Reykjavík y Mosfellsbær, conduce durante unos 15 minutos y antes de llegar al túnel submarino de Hvalfjordur (no te metas en el túnel), gira a la derecha en la ruta 47. Continúa unos 20 kilómetros hasta que veas la señal de Hvammsvík en el lado izquierdo de la carretera. Y sobre todo fíjate en las casitas negras, para saber que vas bien. Por cierto la entrada de las aguas termales Hvammsvik cuesta 6900 coronas islandesas.
Si vienes de otro punto que no sea Reykjavik te vamos a poner por aquí varias opciones por si cuadra con la tuya:
Hvammsvík fue descubierto por primera vez por los vikingos hace 1000 años, y no nos extraña nada que los vikingos se quisieran quedar en ese puerto natural, con esas aguas termales geotérmicas y esa vida salvaje. Por cierto los de Juego de Tronos también se enamoraron del lugar y estuvieron grabando aquí.
Durante la Segunda Guerra Mundial, las fuerzas aliadas tomaron Hvammsvík como su cuartel general naval en Islandia. Así que en su apogeo había casi 40.000 soldados en la zona y más de 200 barcos amarrando en el fiordo. Durante la guerra, Hvammsvík recibió el nombre en código de “Falcon Crest” y “Falcon Beach” para no revelar su verdadera ubicación. Cuando Winston Churchill llegó a Islandia el 16 de agosto de 1941, se dice que se reunió con FD Roosevelt Junior en Hilltop House, que era el centro de comunicación naval para todos los barcos en el fiordo en ese momento.
Y si te gustan las historias del folclore islandés y las historias de trolls… Se dice que bastantes elfos viven en estas rocas y colinas. Es más, se puede decir que vive un Elfo bastante conocido que se llama “Steðji” y que es una formación rocosa de 3 metros de altura.
Ya te hemos comentado que es una delicia que no estén llenas de turistas, pero además por si fuera poco, tiene ocho piscinas termales con diferentes temperatura, así que es imposible que no te sientas a gusto en alguna. Además estás rodeado de montañas preciosas y por supuesto tienes enfrente el mar. Es duro bañarte en el Océano Atlántico islandés (a mí me cuesta el Océano Atlántico de Cádiz) pero es buenísimo para la circulación poder hacer el cambio.
Al salir de tu vestuario vas a ver un mapa donde vienen las temperaturas de las distintas piscinas, pero por si acaso te lo ponemos por aquí:
Obviamente necesitas un bañador (que también te digo que si se te olvida no pasa nada porque tienen unos bañadores monísimos de una diseñadora de moda islandesa que se llama Helga Lilja, unas cangrejeras (aunque no son necesarias para bañarse, para cambiar de piscina a piscina si que lo son, y también para ducharte, ya sabes que nosotros las vendemos AQUÍ y si se te olvidan allí tienen también venden calzado), y poco más… Porque allí hay gel y champú de la marca Nordic Angan, secador, bastoncillos para los oídos y algodones para desmaquillarte.
Cuando entras te dan una pulserita y es muy cómoda. No tienes que llevar unas llaves ni nada. Entras en las taquillas y veras luces verdes, lo único que tienes que hacer es tocar con tu pulsera una de esas taquillas y se abrirá. Lo único que tienes que hacer es recordar cual era eso sí… ¡Muy cómodo y futurista!
Simplemente porque la experiencia va a ser completamente diferente. No es lo mismo estar bañandote en una piscina en donde la marea está baja y el agua de la playa no se va a meter en tu piscina, que si sube la marea, es muy probable que lo haga. Por eso es interesante que antes de ir mires en su página oficial y veas cuando es la pleamar y la bajamar.
Si eres de esas personas inquietas que están a una hora a remojo viendo el mar rodeadas de naturaleza, y eso les cansa también y necesitan moverse… ¡Este es tu sitio! Ojea las actividades que puedes hacer el día que vayas, pero vamos, lo que seguro que puedes hacer es paddle surf allí (y es un planazo a no ser que te caigas y te mueras de frío, es gratis con la entrada). Pero además de eso hacen paseos por la zona de Hvammsvík, o puedes nadar con la introducción de un instructor (son 30 minutos) o algo que es muy interesante es una especie de meditación que se combina con entrenamiento en frío y que se llama el método Wim Hof Method breathwork.
Hay más de 30 tipos de aves, así que los amantes de ellas se van a quedar encantados. Pero es que además si tienes suerte puedes ver un zorro ártico. Y si ves que te vienes muy arriba por querer hacer cosas, puedes pescar o coger mejillones. La temporada buena de los mejillones en Islandia es de septiembre a diciembre.
Admito que me encanta beber cerveza y que me parece un planazo poder beberte una cerveza estando calentito en el agua y simplemente tener que pedir la cerveza desde la ventana. Dices tu número de taquilla y lo cargan a tu cuenta así de simple. Pero el bar, no sólo nos gusta por eso. Es fuente de arte. Si te fijas hay unas cuerdas que han sido creadas por un artista que se llama Shoplifter que ha querido expresar su vínculo con el mar y la cultura pesquera de la costa de Islandia.
Y por supuesto también puedes comer rico con una vajilla muy mona (la han diseñado para ellos mezclando arena negra de la playa de Hvammsvík en el esmalte de la cerámica). Para que te hagas una idea, la cerveza más barata (Gull) cuesta 1290 coronas islandesas, la sopa de marisco cuesta 2550 coronas islandesas o un sandwich de hummus y limón cuesta 1650 coronas.
No sé si alguna vez has estado a remojo en agua calentita varias horas, pero te podemos decir que hacer eso te relaja tanto que te da un sueño que te mueres. Así que imaginate que en las aguas termales te pudieras tomar tus cervecitas o cenar incluso allí… Y luego no tuvieras que coger el coche para irte a tu hotel en Reykjavik. ¡Pues bien, se puede! Tienen cuatro casas privadas (en una de ellas caben hasta 9 personas porque era la antigua granja de Hvammur) y seguro que desconectas de todo al quedarte allí.