Nosotros tuvimos la suerte de pasar un fin de semana entero en El Mont Saint Michel (Francia) y te vamos a dar todos los tips para que disfrutes al máximo de este lugar tan mágico en el mundo. La verdad es que Normandía entera es fantástica y nosotros la conocemos muy bien ya que hemos vivido en Rouen (la capital) durante dos meses estudiando francés en la escuela French in Normandy. Si te apetece estudiar francés allí no dudes en preguntarnos y te ayudaremos todo lo posible para que tú también te animes. 🙂
UN VISTAZO RÁPIDO
El Mont Saint-Michel (Francia) es un islote rocoso rodeado de una bahía y que “sufre” una de las mayores mareas de Europa. Y cuando decimos gran marea queremos decir que nunca hemos visto nada igual. Puede haber diferencias entre la baja marea y la alta de 12 metros. Así que el monte y su bahía desde 1979 son Patrimonio Mundial de la Humanidad de la UNESCO.
Pero todo comienza en la Edad Media porque unos monjes decidieron instalarse en este lugar y construir lo que se iba a convertir en uno de los más extraordinarios edificios de la arquitectura religiosa (la abadía). Si te gustan las leyendas te gustará esta, porque por lo visto al obispo de Avranches se le apareció el arcángel San Miguel y le dijo que tenía que edificar allí y por eso comenzó todo… Quién sabe…
Lo que no pensaron estos monjes fue que justo el sitio donde edificaban iba a crear una gran polémica por si el Mont Saint Michel es de Bretaña o de Normandía y lo cierto es que es de Normandía. Digamos que la frontera entre ambas la hace el río Couesnon, y el Mont Saint Michel queda en el lado de Normandía, así que no hay lugar a dudas. Pero también es cierto que hay mucha gente que va a conocer Bretaña y lógicamente va a conocer este espectáculo de la naturaleza.
De lo que no hay duda desde hace siglos, es que el Mont Saint Michel es un sitio importante de peregrinaje y por eso es tan mágico ver desde el Mont Saint Michel (Francia) como vienen las “hormiguitas” desde el puente uno de los sitios más bonitos que hemos visto en nuestra vida.
Por cierto, nosotros te aconsejamos que viajes siempre con seguro de viajes y más ahora como están las cosas con el Covid… Así se viaja más tranquilo. Te dejamos por aquí este enlace de nuestro Seguro Iati para que te hagan un descuento de nuestra parte. 😉
Y aunque te vamos a contar todo para que puedas hacer la visita por libre, también puedes hacer un tour privado del Mont Saint Michel, o si lo prefieres pillar una excursión desde la capital francesa: Puedes hacer una excursión organizada al Mont Saint-Michel desde París, incluyendo otros sitios estupendos de Normandía (2 días en total) o incluyendo los castillos del Loira (2 ó 3 días de duración).
Nosotros casi siempre viajamos en coche. Esta es la verdad. Nos sentimos más libres. Llegar e irnos cuando queramos. Pero te vamos a dar todo tipo de opciones, porque a El Mont Saint-Michel (Francia) hay que ir al menos una vez en la vida y da igual como llegues.
A ver, no es una locura aparcar en el parking oficial del Mont Saint Michel (Francia). Los precios varían dependiendo de la época del año que vayas. Entre 10 y 15 euros. Y puedes llegar desde estas dos carreteras:
Te vamos a decir la joya de la Corona y lo que nadie cuenta, que es aparcar gratis cerca del Mont Saint Michel. Tenemos que decirte que nuestra experiencia fue en noviembre del 2021, por lo que probablemente si vas en verano te cueste más aparcar o no puedes aparcar. ¡Pero sin duda tienes que intentarlo! Por aquí te pasamos el mapa del Mont Saint Michel (Francia) que hemos hecho para que te vayas orientado por la zona.
Tendrás que andar por la carretera por un ladito, así que si vas a volver por la noche te aconsejamos que no gastes la batería del móvil para que te alumbres con la linterna. Por supuesto que desde “Beauvoir” puedes coger un bus que te lleve al Mont Saint Michel (Francia) y quizás conviene cogerlo de noche, pero de día está tan cerca que no merece la pena. Por cierto, también hay un parking de caravanas en “Beauvoir” que cuesta 16,50 euros.
También puedes aparcar gratis en “Pontorson” que es otro pueblo un poco más alejado, pero una vez allí puedes coger un bus al Mont Saint Michel y siempre te va a costar más barato que dejar el coche en el parking oficial. Aunque es mejor opción dejar el coche en “Beauvoir”
Vale. Ya estás en el parking oficial. Da igual que hayas pagado ese parking o hayas llegado andando desde Beauvois. La primera sorpresa “desagradable” es que el parking del coche oficial está retirado de lo que es el Mont Saint Michel (Francia) pero no es una locura para nada ir andando. Es más, nosotros lo que te aconsejamos es que vayas andando y vuelvas en la lanzadera (Se llama “le Passeur”). ¿Por qué? Porque no sabes lo maravilloso que es ver el Mont Saint Michel de lejos e ir acercándote andando como si fueras un peregrino. 😉
La parada de las lanzaderas que te llevan al Monte están en el centro del parque de estacionamiento, (“place des Navettes”) junto al centro de información turística si estás en el pueblo. Vas a ver la lanzadera todo el rato de un lado para otro. También puedes ir en coche de caballos que se llama “La Maringote” pero a nosotros ir en coche de caballos nos parece una explotación de los animales y no estamos nada de acuerdo.
El horario de “Le Passeur” es el siguiente: de octubre a marzo (excluyendo las vacaciones) funciona de 08:30 a 22:00 y si vas en abril, junio, septiembre, día de todos los santos o Navidad va de 07:30 a 23:00. Si tu caso es que quieres ir al Mont Saint Michel (Francia) en verano (mayo, julio y agosto) podrás montarte en él de 07:30 a 01:00 am.
Desde lo que es es la “Place Du Barrage” que es digamos donde está el dique y donde vas a querer hacerte la primera foto, hay andando unos 25 minutos y veras que hay muchísima gente que va andando. Vas a ver ovejitas por el camino y vas a escuchar las campanas de la Abadía (suenan todo el rato) así que el paseo es muy agradable.
Independientemente que vayas en la lanzadera o andando, puedes aprovechar para ver la presa que hay construida en la marisma (Le barrage), al lado de la “Place Du Barrage”, desde la que podrás observar la primera ola cuando haya marea, conocida como “le mascaret”. Y te da tiempo a ver la ola en la presa y llegar al Mont Saint-Michel andando antes de que se inunde la pasarela. Nosotros no teníamos mucho tiempo porque íbamos grabando para nuestro Canal de Youtube, pero nos hicimos fotos muy chulas. Y mira que el día estaba nublado.
Por cierto, toda esta zona que estás viendo se llama “La Caserne” pero no tiene mayor interés. Hay hoteles y restaurantes pero en realidad para una vez en la vida que vas al Mont Saint Michel (Francia) te recomendamos que pases todo el día en el recinto amurallado, que es lo mágico del lugar.
Lo que has visto hasta este momento es gratis. Incluso entrar en el recinto amurallado es gratis (es una ciudad). Lo que cuesta dinero es visitar la Abadía lo cual te superrecomendamos obviamente. Cuesta 11 euros y te aconsejamos que al comprar la entrada también compres una audio guía. Puedes reservar tu entrada AQUÍ.
Es importante que sepas que cuando estás en la cola de la Abadía hay dos colas. Una para gente que ha reservado (que te lo recomendamos) y otra para comprar las entradas sobre la marcha. Y en esta época en la que vivimos no hace falta decirte que seguro te van a pedir el pasaporte Covid. ¡Ponlo en el móvil en un lugar visible porque en Francia te lo van a pedir para entrar en cualquier restaurante!
La abadía de Mont Saint-Michel está abierta todos los días del año excepto el 1 de enero, el 1 de mayo y el 25 de diciembre. Su horario de apertura es de 9.00 a 19.00 de mayo a agosto y de 9.30 a 18.00 de septiembre a abril. Ten en cuenta que la taquilla cierra una hora antes… y que con una hora no tendrás tiempo para verlo todo como se debe. Ojo, en periodos de marea excepcionalmente alta se corta el acceso al monte y, por tanto, a la abadía.
La verdad es que desde lejos parece que en el Mont Saint Michel (Francia) solo hay como una especie de castillo y cuatro casas. Pero lo cierto es que cuando te vas acercando compruebas que lo que hay es el acceso a una ciudad medieval donde en la cima hay una Avadía maravillosa.
Si te decimos la verdad a nosotros la calle principal nos parece muy turística y no nos gusta. Por ejemplo, si vas a la ciudad medieval de Carcassone (Francia) no tiene tantas tiendas de souvenirs, y las comparaciones son odiosas, pero lo cierto es que a nosotros nos produce rechazo tanta tienda y tanto restaurante, aunque ojo, lo entendemos.
Si consigues llegar al final del todo te darás cuenta que el resto de calles son normales y tienen su encanto. Es más, llegará un momento en el que te olvides de esa calle principal y disfrutes el pueblo de manera normal, como un pueblo, vaya.
Tienes que tener claro que te vas a perder todo el rato. Orientarte en la Abadía es fácil porque vas siguiendo el audio guía y a la gente, pero es como mágico cuando apareces en una planta o en otra. Y dentro de la ciudad hay que tener en cuenta que lo ideal es ir por el camino de Ronda para poder tener una vista increíble del lugar.
Bien. Una vez que estás en el punto donde Sandra se ha tomado esta foto (antes de entrar), tómate tu tiempo para admirar el conjunto desde fuera porque es un sitio excepcional que no ha parado de reformarse desde el primer día. La abadía no es sólo la iglesia con la torre que se alza en la parte superior. No, la abadía forma parte de la forma piramidal del monte desde mucho más abajo. Son tres plantas divididas en veinte salas a cuál más increíble.
Entre los siglos X y XVI se llamó “Monte tumba” porque tenía forma de un montículo tumba. Era como un laberinto. Lo increíble es que está a 78 metros sobre el nivel del mar. Una vez allí no paras de preguntarte ¿y quién le mandaría a esta gente en construir esta maravilla en el quinto pino del mundo?
En la primer planta de la abadía te vas a encontar la sala de los guardias en la puerta de entrada fortificada, los edificios abaciales construidos entre los siglos XIV y XVI y la capellanía que es donde los monjes recibían tanto a pobres como a peregrinos.
En la planta intermedia está la sala de los huéspedes, lugar donde se recibían a los reyes y nobles, la cripta de gruesos pilares y la cripta de San Martín, con su impresionante bóveda. Desde la cripta de San Martín se accede a la enorme rueda que servía para subir los alimentos de los presos, y a la capilla de San Esteban. Finalmente, se accede a la sala de los Caballeros, lugar de trabajo y estudio de los monjes que habitaban la abadía.
En la tercer y última planta se encuentra lo mejor. La iglesia abacial, una de las grandes reliquias de la abadía, construida durante el siglo XI; el claustro que es un maravillo patio con columnas dobles que fue lugar de oración y de meditación; el refectorio, donde los monjes comían; y la impresionante terraza con vistas a la bahía.
El refectorio medieval es sencillo y grandioso. Te puedes imaginar allí perfectamente a los 60 frailes que tenían prohibido hablar (se hablaban por gestos) y como a la izquierda había siempre un fraile recitando salmos mientras ellos comían. Es curioso que no comían carne pero sí pescado, y sobre todo ballena.
La iglesia abacial es un sitio fantástico para recibir una clase de historia del arte. Se ve claramente una parte con techos altos típicos del Gótico y en la otra parte se ve claramente los arcos del románico. Si te apetece escuchar una misa allí (es un sitio muy especial), tienen misas de martes a viernes a las 12:00 y los días festivos y domingos a las 11:15.
Se convirtió en una cárcel desde la Revolución Francesa hasta 1863 donde los prisioneros hacían desde este mismo sitio sombreros de paja. Este sitio sin duda es nuestro preferido, porque puedes ir a una de las terrazas que tiene unas vistas increíbles de la bahía y además puedes ir al claustro que tiene un jardín suspendido en el aire.
Cuando nosotros hicimos esta visita (en noviembre del 2021) en el gran ventanal que hay en el claustro había andamios y no se podía ver bien las vistas. Pero lo que pudimos ver nos dejó alucinados. ¡Lo bien que se mantiene todo y te sientes que estás en el castillo de un cuento!
¿Qué más se puede hacer en Mont Saint Michel (Francia)? Pues además de recorrer sus murallas, con todas sus torres y miradores, hay al menos un lugar que merece la pena destacar: la Iglesia de Saint-Pierre, de época medieval. En su interior alberga una bonita estatua de plata de San Miguel y una pila bautismal del s.XIII. En el exterior se puede pasear por su antiquísimo cementerio.
Pero en este pueblo tan especial vive gente. Por lo visto viven unas quince familias la mayoer parte de ellas ancianas. Lo que en su tiempo fueron viviendas y talleres que se protegían tras las murallas de la isla-fortaleza se han convertido, en su mayoría, en tiendas de recuerdos, hoteles y restaurantes para turistas.
Pero eso no quiere decir que no sea fantástico perderte por sus callejuelas de piedra, mirar cómo están construídas las famosas casas de entramado de madera que hay por todo Normandía o sus cuestas. ¿Lo ideal? Hacerlo al amanecer o al atardecer para que no haya muchos turistas. Lo ideal es que hagas el camino de ronda sobre las murallas, y también puedes visitar algún museo.
Para ir al camino de ronda fíjate nada más entrar por la calle principal que hay unas escaleras a tu derecha. Pues bien, son esas las que tienes que subir y de ahí ya te vas hacia la izquierda rodeando el monte. La imagen que vas a ver desde arriba es la de la película de La Bella y la Bestia.
Otra atracción turística de Mont Saint-Michel es cruzar la bahía caminando. Obviamente se hace con la marea baja y ¡descalzo! Es la única forma de andar sobre la arena empapada y poder sacar los pies para dar el siguiente paso. Por supuesto, hay que hacerlo con un guía autorizado y seguir siempre sus indicaciones, puede ser peligroso como la marea suba y te encuentre en mitad de la bahía. Tienes más información en la web oficial de turismo de Normandía.
Cuando vayas a visitar este espectáculo de la naturaleza, te vas a dar cuenta que si llegas con la marea baja hay bastante gente (siempre en grupo) caminando descalzo sobre la arena como los peregrinos de la Edad Media. Pero ¡siempre en grupo! Nosotros no lo hicimos por falta de tiempo, pero observamos que siempre había un guía en el grupo porque efectivamente hay sitios donde pisas que se hunden y necesitas conocer muy bien el lugar para saber por dónde pisar. Se dedicaban a hacer como ejercicios para saber cómo salir de la arena en el caso que te atrape (qué miedo por favor)
Si eres de los que le encanta comprar en la tienda de souvenirs de los museos, te encantará saber que obviamente puedes comprar recuerdos del Mont Saint Michel, pero que obviamente va a ser bastante caro. Nos parece interesante la cantidad de libros que hay donde se habla de este emblemático sitio y que los venden allí como “La Promesa del ángel”. Así que si sabes francés te recomendamos que te compres algunos de los libros que venden allí, es un recuerdo bonito. Porque si lo que te apetece es un collar con la silueta de allí, ojito con los precios.
Es superimportante que te fijes a qué hora será la marea alta y a qué hora la marea baja porque si puedes, deberías ver ambos espectáculos. Normalmente cuando el coeficiente de la marea supera 110, el Monte se vuelve a convertir en una isla durante unas horas. El agua cubre el dique sumergible y la roca se queda sin accesos al continente. Lo ideal es que te acerques dos horas antes de la plena mar y que lo disfrutes tranquilamente.
Cuando la marea es baja, el mar se sitúa a 15km de la costa. La marea sube a la velocidad de un caballo a galope (es un poco exagerado pero si tienes oportunidad que es verdad que sube y baja muy deprisa, como si fuera un desagüe)
Nosotros te recomendamos que lo veas o bien desde la muralla del Monte, desde la Abadía o desde el puente. Aunque también lo puedes ver desde más lejos (aunque no tiene mucho sentido que lo hagas desde lejos) como desde la carretera de La Roche Torin en Courtils, desde la carretera de “Grouin du Sud” en “Vains-Saint-Léonard” y desde la carretera de “Le Gué L’Epine” en “Val-Saint-Père”.
Para poder saber los horarios de las mares en el Mont Saint Michel (Francia) puedes pinchar aquí. Además, cuando llegues a la puerta del Monte vas a ver que hay un cartel con un calendario con las mareas y lo curioso es que hay días que no aparecen porque la marea es inapreciable, lo cual es triste si te coincide ese día, pero qué le vamos a hacer…
Vaya por delante que la marea sube y baja todos los días dos veces. De hecho es de lo que más se habla una vez que estés allí. En las recepciones de todos los alojamientos de la zona verás los horarios de las mareas del día o la semana siguiente. Lo ideal de la vida es que puedas ver el Mont Saint Michel con la marea baja (que es como nosotros lo vimos) y también con la marea alta (a nosotros nos coincidía de noche y no la vimos).
Pero, si lo que quieres es quedarte “atrapado” dentro del monte porque la marea alta haya cortado el puente, tendrás que mirar en la web oficial de la oficina de turismo de Mont Saint-Michel cuando sucede eso. Las mareas altas, pero altas de verdad, se denominan super-mareas y tienen lugar cuando la Luna y el Sol se alinean.
Nos parece muy simpático que nada más entrar en el Mont Saint Michel hay una fuente y que han tenido que poner un cartel que dice “Lavage des pieds interdit. Washing the feet forbiden” y una imagen de unos pies llenos de arena. Así que imagínate la gente que se ha tenido que lavar los pies ahí para que hayan puesto eso.
Como te decíamos al principio, nosotros hemos vivido dos meses (octubre y noviembre del 2021) en Normandía por lo que conocemos muy bien cómo es el clima. Normalmente en la costa (como en el Monte) hace un frío de muerte de noche porque hay mucha humedad. ¡Abrígate como si no hubiera un mañana! Saber el tiempo que hará en el Mont Saint Michel será muy importante para que planifiques tu viaje. Mucha gente quiere ir al Mont Saint Michel en Navidad, ¡pero ojito al tiempo!
Nuestra visita nos coincidió con niebla, pero es cierto que ese aire fantasmagórico le daba un punto muy guay. Lo que te recomendamos es que veas tanto las webs meteorológicas como la de las mareas, y en base a eso elijas que día hacer tu visita. No puedes ir al azar. La lluvia te puede estropear tu visita (y tus fotos)
El amanecer y el atardecer son los mejores momentos de luz en Mont Saint-Michel. Si, por casualidad, coinciden con la marea alta y puedes ver el reflejo completo, la foto será perfecta. Además, es sorprendente ver la poca gente que hay a esas horas. Aprovecha para ir a la hora de la cena de los franceses y habrá menos turistas. 🙂
Nosotros tuvimos la fantástica idea también de ir a verlo de noche. Hay que tener en cuenta que fuimos en noviembre y que por la noche ni te cuento el frío horrible que hacía allí. Sobre todo te recomiendo que te pongas calcetines de sky y un buen gorro. Pero de noche se parece al castillo de Disney y estábamos prácticamente solos así que fue estupendo.
Nosotros lo que te aconsejamos es que como mínimo vayas a pasar el día. Nos parece que lo ideal es madrugar (para aparcar gratis el coche y aprovechar bien el día) y lo ideal es que te lleves un sandwich o algo para picar para que no tengas que parar para comer. Comerte lo que sea viendo esa maravillosa bahía es un planazo.
Si quieres ver la Abadía tranquila, pasear, hacerte miles de fotos… También puedes cenar allí y ya que estás, hacerte alguna foto de noche… Por lo que lo normal es que te quedes a dormir. Además imagínate que te llueve muchísimo pero al día siguiente hay unas horas de calma. ¿Te lo vas a perder? En los sitios donde la climatología es complicada (tanto en Francia como en el mundo) nosotros siempre vamos dos días por si acaso.
Nosotros actuamos de manera normal en el Mont Saint Michel (Francia). En Francia hay mucha gente que decide no llevar mascarilla por la calle, pero obviamente dentro de la Abadía es obligatorio llevarla. Normalmente en todos los restaurantes y en la Abadía te van a pedir el pasaporte sanitario (es normal en Francia).
Nosotros comimos en una hamburguesería, todo muy normando, jajajaja. En el “Mont Burguer”. Creemos que es la única hamburguesería que hay por allí. Teníamos antojo de hamburguesa, y nos pedimos un menú de hamburguesa, con patatas fritos y bebida por 13.90 euros. Y si no te apetece hamburguesa también tienen pizzas, que con bebida cuesta 15.90 euros.
Si quieres tener una idea de otros precios, tienes “La Rotisserie” en el “El Caserne” allí hay una parada de la lanzadera. Por cierto, para que te hagas una idea de los precios… Un café cuesta 2 euros, una cerveza de barril de 25 centilitros cuesta 3, 50 euros o una Cocacola 4 euros.
La Bergerie por 14, 80 euros puedes comer pizza y postre y en “La Digue” la lata de Cocacola cuesta 5 euros y un café expreso 3 euros. El menú tiene un precio de 24, 90 euros. Si quieres otro ejemplo, en La vieille auberge puedes comer un menú por 22 euros, los niños por 11 euros, y si te vienes arriba tienen un menú más sofisticado por 35 euros. Mas o menos los precios en los restaurantes tienen el mismo precio.
En el Mont Saint Michel si quieres comer algo barato mientras das un paseo puedes optar por ir a Les terrasses de la baie, y comerte unas galettes (como los crepes pero salados) por 5.90 euros o con una bebida por 6.50 euros. Es de lo más barato que vimos. Hay otro sitio que es de este estilo y además te puedes sentar dentro, que es La Belle Normande y cuesta un crepe con Nutella 4 euros o también puedes hacer menús como elegir entre un crepe o un gofre y una bebida caliente o un refresco por 6 euros.
Pero si lo que estás buscando es un restaurante mítico en el Mont Saint Michel, tienes que ir a La Mere Poulard donde el menú cuesta un poco más. Tiene un precio de 29.90 euros y puedes optar por La Formule Omelette tradicional o la gourmet. Este es el restaurante más de toda la vida, el más popular. Así que si tienes ganas de comer bien te aconsejamos este sitio. Este sitio comenzó porque Annette Poulard cumplió el sueño de abrir su posada en 1888 (veras que es el primer establecimiento que se ve en cuanto entras).
Muy pronto los clientes se dieron cuenta de lo bien que cocinaban y le dieron el título de “Mère” que es una distinción como la Michelin. Así que tenía un restaurante, bar y hotel. Como anécdota, Annette era un poquito rígida, y tenía como norma que las comidas se hacían arriba y el café al aire libre. Y se dice que un día le visitó el rey Lepoldo II de Bélgica y le dijo que quería desayunar afuera y ella le dejó claro que eso era imposible. Así que tiene una historia curiosa.
Entre los famosos que estuvieron en La Mere Poulard están Monet, Picasso, Hemingway, Marlene Dietrich, Rita Hayworth, Woody Allen, Eva Longoria, Coco Chanel, Christian Dior, Yves Saint Laurent, Laetitia Casta…
Puedes comprar también galletas de mantequilla bretonas (están de muerte) enfrente de la iglesia parroquial de San Pedro, aunque si vas a estar por la zona unos días te recomendamos que las compres en cualquier supermercado que te va a salir muuucho más barato. La cajita en el Mont Saint Michel (Francia) cuesta 5,90.
Nosotros elegimos para dormir en el Mont Saint Michel (Francia) Le Moulin de la Boutte. Está en un pueblo que se llama Huisnes Sur Mer y está como a 20 minutos en coche del Mont Saint Michel. Nos gusta porque realmente está muy cerca, es un casa limpia, el desayuno está rico y Beatriz (la dueña) es una persona encantadora.
¡Nuestra habitación nos encantó! Es la primera habitación que hay a la izquierda en la primera planta de la casa por si quieres pedir la misma y las habitaciones están tematizadas. La nuestra tenía todo con motivos verdes o de manzana. ¡Hasta el gel de la ducha olía a manzana! Y por supuesto lo mejor que tenía era las vistas desde nuestra ventana al Mont Saint Michel.
También vimos otras habitaciones y nos pareció muy bonita una que es todo celeste. Así que si tienes oportunidad pídete cualquiera de las dos porque cuestan los mismo y ambas son fantásticas. Puedes reservarlo desde booking, y una vez que pagues, puedes ponerte en contacto con el alojamiento para pedirle la habitación.
¡Que tengas una estancia bonita en el Mont Saint Michel!