Aunque la visita a las catacumbas es algo “espeluznante” que hacer en París, resulta curioso contemplar los infinitos pasillos de huesos humanos agrupados formando extensas decoraciones. ¡Tienes que ver un París diferente! Pero antes de tu visita te aconsejamos que sepas un poco sobre la historia de las catacumbas de París para aprovechar más tu visita. ¡Y prepárate a ver los huesos de París!
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UN VISTAZO RÁPIDO
A unos veinte metros por debajo del deslumbrante paisaje de París se esconde un oscuro y espantoso secreto: los restos de unos seis millones de parisinos enterrados en las Catacumbas de París.
La historia de las Catacumbas de París se remonta a finales del siglo XVIII, cuando debido a los graves problemas de salubridad provocados por los cementerios de la ciudad de París se decidió trasladar sus huesos a un lugar subterráneo. Se convirtió así las catacumbas de París o la Necrópolis de París en uno de los cementerios más famosos de París. No sé cómo te los imaginas, pero son una red de túneles y cuartos subterráneos no aptos para claustrofóbicos.
Las autoridades parisinas ante ese problema eligieron un lugar de fácil acceso para trasladar los huesos, situado en la periferia de la capital: las antiguas canteras de Tombe-Issoire.
Las primeras evacuaciones tuvieron lugar entre 1785 y 1787 y afectaron al cementerio más importante de París, el Cementerio de los Santos Inocentes, clausurado en 1780, tras permanecer en uso ininterrumpidamente durante más de diez siglos.
Se vaciaron las sepulturas, las fosas comunes y los osarios y los huesos se transportaron al caer la noche para evitar las protestas de la población parisina y de la Iglesia. A continuación, los huesos se descargaron a través de dos pozos de servicio de la cantera para después distribuirnos y apilarlos en las galerías por los canteros. Los traslados continuaron tras la Revolución, hasta el año 1814, con la eliminación de los cementerios parroquiales del centro de París. Se considera ya “Osario municipal de París” el 7 de abril de 1786 y, es entonces cuando se apropia del término mítico de “Catacumbas”, en referencia a las catacumbas de Roma.
Lo sorprendente de la historia de las catacumbas de París es que a partir de 1809 se abren al público con cita previa. Al final del recorrido, se ponía a disposición de los visitantes un libro de visitas para recoger sus impresiones y se llenó con gran rapidez debido al gran interés que esta visita despertaba tanto entre la población francesa, como entre los extranjeros. Con el paso de los años, el osario recibió la visita de numerosos personajes ilustres: En 1814, recibe la visita del emperador de Austria, Francisco I, y en 1860, es Napoleón III quien las recorre acompañado de su hijo. Hoy en día las Catacumbas de París reciben a 300.000 visitantes al año.
Es un kilómetro y medio que se hace en una hora. Así que en principio es para todos los públicos. Lo único que tienes que tener en cuenta como “ejercicio” son los 131 escalones hacia abajo y 112 escalones hacia arriba.
En cuanto a la temperatura puede que sientas un poco de fresquiviri en verano, porque hay una temperatura media de 14 grados. Nosotros estuvimos en invierno y la verdad es que hacía más frío fuera que dentro. La mejor época para visitarla es en temporada baja entre mayo y octubre y siempre es mejor reservar la entrada y si puede ser a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde.
¿Para quién se desaconseja la visita? Para personas con insuficiencia cardíaca o respiratoria y para personas sensibles o claustrofóbicas. Y damos fé.
Otra cosa que te podemos aconsejar (como curiosidad) es que te fijes en una línea negra que se verá en el techo casi desde el comienzo de la visita, porque esa era la línea que se hizo (parece que con humo) para los primeros visitantes de estas catacumbas. Es muy aconsejable que cojas la audio guía porque te cuenta anécdotas y te cuenta cosas que sin ellas no prestarías atención y lo verías todo más igual.
La dirección exacta de las catacumbas de París es: Avenue du Colonel Henri Rol-Tanguy, 1, París y el horario de las catacumbas de París es de martes a domingo: de 10:00 a 20:30 horas (Último acceso a las 19:30). Tienes que tener en cuenta que los lunes está cerrado.
Si vas en metro: Denfert-Rochereau, líneas 4 y 6.
RER: Denfert-Rochereau, línea B.
Si vas en autobús: líneas 38 y 68.
¿Qué hay cerca de las catacumbas? La Torre Montparnasse (1.2 km), Los Jardines de Luxemburgo (1.5 km), el Panteón de París (1.7 km), la Iglesia de Saint Sulpice (1.9 km) o el Museo Cluny (2 km).
La visita oficial se hace en el decimocuarto distrito de París, pero esta parte abierta al público representa sólo el 0,5 % de las “canteras subterráneas de París” que se encuentran en el quinto, sexto, duodécimo, decimotercero, decimoquinto y decimosexto distrito. La visita de estas galerías fue prohibida mediante una orden ministerial del 2 de noviembre de 1955, aunque esta práctica ilegal es común todavía.
El interior es tan complejo, que es muy fácil perderse entre los túneles a pesar de estar señalizados con placas. Desde que se prohibió el acceso a la zona, existe una policía especial que patrulla las catacumbas. Acceder a ellas ilegalmente conlleva un multa y es que existen entradas secretas por toda la ciudad a través de las alcantarillas o el metro.
Si queremos conocer el Osario Municipal de París tienes que reservar una entrada en la web de las Catacumbas de París. Estos son los precios de las entradas a las catacumbas de París:
– Tarifa normal: 29€ (audio guía incluida)
– Tarifa reducida : 27€ (audio guía incluida)
– Tarifa niños entre 4 y 17 años : 5€ (sin audio guía)
Nosotros estuvimos más o menos una hora haciendo el recorrido y creemos que es lo normal que se tarda. Sin duda, la parte más interesante del camino fue la entrada al osario que tenía una inscripción que dice: “¡Alto! Este es el imperio de la muerte”. Y cuando la cruzas prepárate para ver millones de huesos. Y no de cualquier manera, sino super ordenados para crear paredes y formas. Nosotros sólo pensábamos en cómo serían las personas que se dedicaron a decorar estas galerías.
Conforme avancemos, además de huesos encontraremos a nuestro paso algunos puntos de interés en los que también merece la pena detenerse. Primero, “la Fuente de la Samaritana“, un pozo antiguamente utilizado por los trabajadores de la cantera. Después, el área de la Revolución Francesa, donde se recuerda a los caídos en el levantamiento, de los cuales muchos descasan aquí. Y ya casi llegando al final del recorrido, “el Barril”, donde los huesos se han dispuesto alrededor de un pilar creando una formación circular de aspecto de barril nunca mejor dicho.
Los huesos están colocados haciendo figuras decorativas, vale, nos parece fuerte pero es así. ¿Pero en forma de corazón? Es que eso ya nos parece que tiene un puntito frío y distante a lo que estamos viendo que no se nos olvide que son huesos humanos, ¿no crees?
-En 1774 hubo un grave desplome en la Rue Denfert-Rochereau y se produjo un socavón de 300 metros. Es el 15 de septiembre de 1776 con un decreto de Luis XVI cuando se prohibió definitivamente cualquier extracción de materiales bajo la vía pública. La historia de las catacumbas está muy ligada a estas canteras y es por eso que en tu visita por las catacumbas podrás ver los nombres de las calles que están justo arriba y marcas del trabajo de esas canteras.
– En el 2002 se vincula las Catacumbas al Museo Carnavalet (Historia de París), que continúa su puesta en valor.
–Alguien montó un cine ilegal en su interior. En el año 2004, los empleados de una empresa de energía eléctrica bajaron a las catacumbas acompañados de la policía mientras rastreaban un robo de electricidad. A unos 50 metros de profundidad, bajo la plaza de Trocadero junto a la Torre Eiffel, se encontraron con algo totalmente inesperado: una enorme sala de cine de 400 metros cuadrados completamente equipada. Tenía una enorme pantalla, con mobiliario en perfecto estado e incluso una barra de bar.
Contaba con una completa instalación eléctrica y un equipo de cámaras de vigilancia. Cuando la policía regresó allí de nuevo tras unos días para continuar con la investigación del lugar, encontraron una nota que decía: ‘No intenten encontrarnos’.
– El movimiento de “los cataphiles”. Se han creado grupos urbanos conocidos como “cataphiles” (apasionados de las Catacumbas), que entran habitualmente por puertas o huecos secretos que sólo ellos conocen. Se dedican a explorar zonas desconocidas, cartografiar o incluso montar fiestas privadas.
-Se utilizó para cultivar hongos. En el siglo XIX, el parisino Monsieur Chambery se adentró en los túneles y encontró setas silvestres creciendo en una de las cámaras. Se le ocurrió que podría ser una buena idea hacer de ello un negocio y comenzó a cultivarlos y por lo que se ve le fue bien el negocio. Se dice que aún hoy en día algunos agricultores siguen cultivando ilegalmente hongos en algunas cámaras. Eso ya no sabemos si es verdad…
–La resistencia francesa las utilizó durante la segunda guerra mundial. Durante la Segunda Guerra Mundial, los miembros de la resistencia francesa utilizaron los túneles para esconderse y planear ataques contra los alemanes.
Lo curioso es que el ejercito alemán también tuvo presencia dentro de las catacumbas, construyendo varios búnkeres.
Si te gustaría saber más sobre la historia de las catacumbas de París te aconsejamos las siguientes: La película “Catacombs” (2007) porque se desarrolla en las catacumbas, la película de Disney “El jorobado de Notre Dame” ya que las catacumbas son utilizadas por el capitán Febo y Quasimodo para entrar a la Corte de los Milagros.
Y ya más actuales, en 2014 se estrenó una película titulada “Así en la tierra como en el infierno”, rodada en las mismas catacumbas y en la famosa serie francesa “Lupin” (2021), en el episodio cuatro de la segunda temporada, una parte importante de la trama se desarrolla en las catacumbas.
Si después de contarte todas estas historias te apetece visitar las Catacumbas (nos parece un plan superguay) nos encantará que nos etiquetes en nuestras redes sociales. Nos llamamos tanto en Facebook como en Instagram @deeuskadizalmundo.