Y por cierto si quieres viajar y más en estos tiempos… Es super importante que lo hagas con un SEGURO DE VIAJES. Imaginate que a última hora no puedes viajar, que te pones enfermo, te pierden la maleta, tienes una caída… Te pueden pasar taaaantas cosas… Y nosotros solo te vamos a recomendar IATI porque es el que usamos hace años y porque cuando nosotros tuvimos un accidente en Panamá nos salvaron la vida. AQUÍ TIENES UN ENLACE PARA QUE TE HAGAN UN DESCUENTO DE NUESTRA PARTE.
Este itinerario de Guanajuato (México) lo hemos podido hacer gracias a un evento de Guanajuato y a Vero4travel. Roberto no pudo ir por razones de trabajo, y este viaje lo hizo Sandra junto a un grupo de bloggers: Irene (Tragaviajes), Cristina (El mundo por Montera y en representación también de Vero4travel), Victor (Fotoescapada), Rosa (periodista de informativos Tele5) y Elena (concursante de Masterchef).
Para ir a Guanajuato fuimos en avión con Aeroméxico desde Madrid hasta Ciudad de México y de allí al aeropuerto internacional de Guanajuato en el municipio de Silao. Hemos de decir que para ir al aeropuerto en Madrid moviéndote con el metro de la ciudad, no solo tienes que tener la tarjeta que normalmente se recarga con diez viajes, sino que hay que sumarle en la máquina un suplemento de 3 euros antes de coger el metro o si se te olvida antes de salir al aeropuerto.
El vuelo duró 11 horas, y aunque se hizo un poco largo (son muchas horas), no hizo frío como en la mayoría de los vuelos del mundo, lo cual es de agradecer a la hora de dormir. También nos sorprendió que las azafatas se pasearan con botellas de agua y de vino por si los viajeros querían consumir más lo cual también fue muy agradable.
Esa noche dormimos en el hotel Ismart Istay de Silao porque llegamos muy tarde y al día siguiente… ¡Empezaba el primer contacto de Sandra en México!
UN VISTAZO RÁPIDO
Esta ruta ha sido creada por Turismo de Guanajuato y el viaje principalmente ha sido cultural y gastronómico. ¡Y es que Guanajuato es el corazón de México y hay mucho que ver! Así que prepárate para un no parar.
A la mañana siguiente para trasladarnos de Silao a San Miguel de Allende fuimos en coche y pasamos por un peaje, donde los coches pagan 30 pesos. Las carreteras en general son buenas, y los mexicanos conducen bastante tranquilos si los comparamos con otros países.
En este recorrido hubo un pueblo que nos llamó mucho la atención: La Sauceda (Santa Fé de Guadalupe, Guanajuato). Sin duda un lugar donde ir a comer sus deliciosos pozoles, menudo, guisadas, tortillas… ¡Es un pueblo muy local!
Nos pasamos toda la mañana conociendo los monumentos de San Miguel de Allende, su iglesia, su mercado, y luego fuimos a conocer el templo de Jesús Nazareno en Atotonilco. ¡Cómo puede ser tan bonito! Pero pronto nos entró hambre y fuimos a un evento de gastronomia “El festival del cordero y el mezcal”.
Nos dió por descansar un poquito en nuestro hotel La Puertecita, pero enseguida nos fuimos a pasear por la ciudad. ¡Es super bonito de noche! Cenamos muy bien en el restaurante “El tres” del hotel El mesón y para bajar la comida fuimos a ver la iglesia de San Miguel de Allende de noche. ¡Inolvidable! Brindamos con unos tequilas en el bar La Coronela.
Este día nos trasladamos de San Miguel de Allende a Ciudad de Guanajuato y nos pasamos toda la mañana viendo esta ciudad desde las alturas desde el mirador del Pípila y por sus calles con tanta vida universitaria. Para comer nos fuimos a un evento de gastronomía “Sexto encuentro de cocina tradicional Guanajuato ¡si sabe!” donde tuvimos la oportunidad de probar platillos de todo México.
Fuimos al hotel donde dormíamos esta noche hotel “Holiday Inn Guanajuato” para cambiarnos de ropa y volvimos al centro de la ciudad para comer en el restaurante “La trattoria de Elena” y como había que superar el jet lag… Nos fuimos a tomarnos algo al bar “Los lobos” que era por cierto de los pocos bares abiertos. ¡Y estaba bastante animado!
No hay nada como ver cualquier ciudad del mundo desde otra perspectiva. ¡Y nosotros vimos Ciudad de Guanajuato, su sierra y sus calles subterráneas en quads! Comimos en una pedanía de la ciudad que se llama Santa Rosa en el restaurante “De la sierra”.
Y por la tarde nos llegó uno de los momentos más divertidos de toda la semana. ¡Las callejoneadas del Gordo! Es como una chirigota de Cádiz disfrazada de tuno. Así es como lo podemos explicar… Un lugar mágico para ver la estudiantina es el templo de San Diego de Alcalá. Tiene una portada con esculturas imponentes, y el hecho de estar rodeado de escalones hace que la gente pueda sentarse ahí para ver cómo canta la estudiantina. ¡Y es muy gracioso como cuentan la leyenda del callejón del beso!
Y para acabar este día cenamos en un sitio precioso enfrente justo del teatro Juarez: “Casa Valadez”
México es… ¡Tequila! Así que es un planazo hacer un circuito del tequila. La tierra del tequila en Guanajuato es Pénjamo y allá que fuimos. El tequila no es algo que se dé en todo México así que fuimos unos suertudos.
Para saber de qué planta proviene fuimos al “Rancho el coyote” y allí vimos cómo se “jima” el agave. El agave es entre un aloe vera y una piña y hay que dejar esa planta bien limpita para proceder a sacar este rico licor. Y para reponer fuerzas probamos una paloma (tequila “orgullo de Pénjamo” con toronja y chile en el vaso) que estaba espectacular.
Luego nos fuimos a una finca enorme tipo Falcon Crest que es la “hacienda Corralejo”, donde no sólo conocimos el proceso del tequila, sino también la historia del “ron prohibido”. Además como dato curioso aquí nació y creció el cura Hidalgo “el padre de la Patria”.Y en este mismo lugar aprendimos que “el tequila se toma solo pero no a solas”
Cuando creíamos que lo sabíamos todo sobre el tequila fuimos a una cata de maridaje en el parador turístico de Corralejo con el tequila “Real de Pénjamo”. Allí descubrimos lo rico que está el tequila con queso de cabra o con guayaba. ¡Se potencia el sabor!
Para bajar un poco el tequila comimos allí mismo en el Parador de Pénjamo y degustamos la sopa campesina, las gorditas y la capirotada en “El Alma de la cocina” donde cocina Alma cocina tradicional.
Este día fue bastante de no parar, así que en cuanto llegamo a Léon a nuestro hotel Real de Minas Poliforum y vimos la super piscina que había… ¡Al agua que fuimos! Y aunque no teníamos mucha hambre fuimos al restaurante “Arce” que estaba al lado del hotel y comimos tétano, arrachera, camarones picantes y guacamole.
León es conocido por la ruta Picaso (piel, calzado y sombrero). ¡Es el paraíso de las compras! Son productos hechos artesanalmente, con mimo, de calidad y económicos. Para empezar fuimos a ver su materia prima: Una curtiduría de pieles en Santa María del Páramo (León) que se llama Santa María.
Más tarde nos fuimos a ver cómo fabricaban bolsos con esa piel tan bien curtida. Estuvimos en la tienda-taller Vianala. ¡Qué bolsos tan bonitos y bien hechos! Y a todas nos gustó el mismo… ¡Y nos lo llevamos!
Para finalizar con la ruta (no vimos sombreros porque no nos dio tiempo) estuvimos en una fábrica de botas de cowboy: Los Altos boots. Allí nos sorprendimos que para hacer una bota se tarda hasta 5 días. Se dedican a exportar su producto a países como EEUU.
Y después de tantas compras nos fuimos a comer a “Panteón taurino” que es un sitio muy peculiar porque tiene forma de plaza de toros y de vez en cuando mientras comes la gente se sube a “torear” a la barra.
Pero no acaba el día aquí, porque fuimos al hotel a cambiarnos, ¡y nos fuimos de gala! Estábamos invitados a “la cena con las estrellas de la cocina, León en tu piel”. El ingrediente de todos los platos era el maíz y nos sorprendió muchísimos los platillos, ¡sobre todo el postre!
Uno de los pueblos más importantes históricamente para México sin duda. De la iglesia de Dolores Hidalgo salió el cura Hidalgo con todos los revolucionarios que consiguieron México independiente. Pero no sólo es importante su iglesia, también son muy famosos sus helados (nieves) y sus cerámicas.
Una vez allí fuimos también al museo de José Alfredo Jiménez que lo cierto no sabíamos lo famoso que era hasta que escuchamos sus canciones. ¡Famosisiiiisimo!
Y México es famoso por el tequila y el mezcal, ¡pero también son ricos sus vinos! Así que fuimos a hacer una cata y maridaje en los viñedos “Cuna de tierra”. ¡Nos sentimos como en La Toscana comiendo entre viñedos!
Había que descansar un poco así que fuimos a darnos una duchita al céntrico hotel de Ciudad de Guanajuato “Edelmira boutique” y volvimos a pasear por la ciudad porque hay muchísimo ambiente sobre todo por la tarde que es cuando empieza la estudiantina con sus callejoneadas.
Cenamos en el restaurante “La Capellina” y empezamos con los tequilas allí mismo porque era nuestra última noche. Hicimos un “tour” por los bares para tomar más tequilas pero finalmente nos quedamos dándolo todo en el “Grill”.
Teníamos que aprovechar la última mañana y la verdad es que ni comimos porque queríamos hacer mil cosas en el último momento. No nos queríamos perder el museo de las momias (y menos mal que no lo hicimos porque nos encantó) y también ultimamos las últimas compras en el mercado.
Y a las 14:00 nos fuimos ya para el aeropuerto internacional de Guanajuato. ¡No queríamos irnos!
Durante el festival internacional cervantino. Se le conoce como “El Cervantino” y surge en los setenta ya que en las plazas de la ciudad se representaban obras teatrales de Cervantes y ha evolucionado tanto, que se ha convertido en uno de los cuatro mayores festivales de su género en el mundo.
Si te gusta este mundillo también puedes visitar el museo iconográfico del Quijote por 30 pesos (los martes es gratis). Son 16 salas llenas de pinturas, grabados, esculturas… Cuya temática lógicamente es el Quijote. Así que si es uno de tus libros preferidos aquí encontrarás el paraíso.
Es tan importante Don Quijote, que en Guanajuato se desarrolló la leyenda que decía que el personaje estaba enterrado en la ciudad. Así que en 2010 se hizo una escultura del libro abierto y hay un letrero que dice: “Quien afirme que Don Quijote está en esta tierra enterrado, jamás mentirá”
Sin duda, tenemos que volver para ir a este festival que se produce en octubre (coincide con el bautizo de Miguel de Cervantes Saavedra el 9 de octubre). Este ambiente nos recuerda al festival Fringe de Edimburgo, y es que Guanajuato es la capital cervantina de América, así que eso hay que verlo y vivirlo. ¡Y si llegas a hacer nuestro itinerario de Guanajuato dínoslo que nos hace ilusión!
Y acuérdate que nosotros siempre viajamos con seguro de viajes. ¡Nos encanta tenerlo y no usarlo! Si quieres más información, lee aquí.
Y anímate a ir a Guanajuato, ¡Guanajuato es bien padre!
10 Comments
Me encantaría visitar Guanajuato. Me llama mucho la atención el colorido de sus casas por no hablar del mercado o construcciones como la iglesia de San Miguel de Allende. ¡Es alucinante!!. Un post muy completo!! 😉
La iglesia de San Miguel de Allende tiene una construcción muy diferente al resto de México. ¡Está inspirada en Europa!
Tiene una pinta fabulosa Guanajuato. Me encanta especialmente el colorido de sus calles y esas muestras de arte urbano que se ven en las fotografías. Muy bueno eso de “el tequila se toma solo pero no a solas” sin duda tiene toda la lógica del mundo 😀
¡Y el tequila se puede beber con un poco de lima o limón como ellos dicen después de beber… Pero nunca con sal…! 😉
Flipo con México. Guanajuato me parece de esas ciudades sin tanto nombre, pero que te dejan un sabor agradable (y no por el tequila) en la boca. Me flipa también lo coloridas que son sus calles y toda la historia que hay detrás. Para visitar sin duda.
¡Es que Guanajuato es el departamento desconocido para los españoles pero no sabes lo importante que es para México! Nosotros nos alegramos muchísimo de haber tenido la oportunidad de ir… 🙂
Saludos e interesante blog! la portada original de la iglesia de San Miguel de Allende era esta … ( fechas posibles a mediados del siglo XIX)
Una portada sobria y al estilo virreinal del bajío
http://itses.edu.mx/blog/wp-content/uploads/2014/01/418979_607431419276606_1498738080_n.jpg
¡Es increíblemente bonita! Muchas gracias Fer…:)
Bienvenidos a mi tierra, mi bonito Guanajuato!
¡Bien a gusto que estuvimos en tu tierra! 🙂