Para hacer este artículo sobre los 6 mejores bares de pintxos de San Sebastián hemos tenido que trabajar duro como podrás comprender… 😉 ¡Ha sido una delicia y nunca mejor dicho hacerlo! Pero antes de todo tienes que saber unas nociones básicas.
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UN VISTAZO RÁPIDO
Para empezar hay que explicar que en Euskadi no hay pinchos ni tapas, sino pintxos (en Euskera). ¿Sabes por qué? Porque antiguamente se sujetaba la comida al pan un palillo y por ello se llama pincho. Así que nosotros si hablamos del norte diremos pintxos y si hablamos del sur diremos tapas. 😉
EL nombre oficial es Donostia- San Sebastián. Pero la verdad que se le llama de todo. San Sebastián, Donosti y Donostia son las más comunes. Lo que si tienes que saber es que el casco antiguo de San Sebastián es la Parte Vieja o directamente Lo Viejo; Si a eso le añades un “aupa” para decir “hola”, “eskerrik asko” para “gracias” y “agur” para “adiós”; es probable que ya seas un poco menos turista en tan sólo cinco segundos.
El Boulevard, que une el Ayuntamiento y la playa de La Concha con el puente que lleva directamente al Palacio del Kursaal, marca como una frontera los límites de la Parte Vieja. No es casualidad la disposición. Antiguamente por aquí discurría la muralla que defendía esa primera ciudad por el sur. El mar en La Concha por el oeste y el Urumea por el este también hacían más defendible el lugar, que desde mar abierto era un bastión gracias al monte Urgull. En realidad parte de la muralla puede verse hoy en día en el parking, aunque la ciudad cambió totalmente su imagen después del incendio que arrasó la ciudad en 1813. Los aliados, salvando amablemente a los donostiarras de manos francesas, decidieron que era una buena idea matar, violar y robar cuanto pudieran antes de reducir a cenizas la urbe.
Poco se salvó, pero cuando uno callejea no cree que haya cambiado demasiado en los últimos mil años. Ahí están la Basílica de Santa María, la Iglesia de San Vicente, el Museo de San Telmo o la curiosa Plaza de la Constitución cuyos números a lo largo del perímetro demuestran que durante años se utilizó como plaza de toros.
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Lo importante es que después de dar un buen paseo por sus estrechas calles, habrá llegado el turno de dar buena cuenta sobre los misterios de la grandísima fama (podríamos decir que mundial) que atesora Donosti como cuna de grandes templos de los pintxos. La Parte Vieja está abarrotada de fantásticos lugares donde degustar un buen bocado, acompañado de vinos a la altura de lo que mastiquemos.
Si lo que quieres es profundizar un poco más en la ciudad antes de irte de pintxos, lo que te recomendamos es que hagas por ejemplo ESTE FREE TOUR, que como la misma palabra indica es GRATIS y te enseñará lo principal de la capital donostiarra. Por cierto, estamos seguros que estás ensalivando ya… Pero si ahora mismo estás en Bilbao y quieres hacer esta ruta gastronómica que te proponemos tendrás que saber cómo ir de Bilbao a San Sebastián. 😉
La sidra guipuzcoana tiene un prestigio más que merecido, lo mismo que el txakoli, un vino blanco un puntito ácido con denominación de origen vasca. Dicho esto, es muy difícil salir insatisfecho de uno de los innumerables bares de la zona, pero vamos a recomendar seis con los que triunfaréis sin duda y que, además, podéis ver con vuestros propios ojos en el vídeo que os dejamos a continuación.
Pero un momento. No corramos. ¡Necesitaras dinero para irte de pintxos! Pues te vamos a dar la alegría de tu vida ya que no vas a tener que estar buscando el cajero de tu banco. Nosotros usamos una tarjeta que se llama BNEXT y es gratis sacar desde cualquier cajero. Si la quieres la puedes conseguir gratis a través de ESTE ENLACE.
Este lugar es un clásico donostiarra, hasta el punto de que ha sido recomendado por la revista que American Airlines ponen a disposición de sus pasajeros ¡en todo el mundo! La barra es impresionante. El único problema es elegir. Pese a ser pintxos en su mayoría muy elaborados, digamos que resulta fácil ver a simple vista de qué están hechos.
Es un bar en el que hay más espacio para los pintxos que para las personas. Aquí en general antes de pedir es mejor preguntar qué lleva. La calidad es una garantía, pero en ocasiones son tan innovadores y la presentación es tan llamativa que es complicado saber de qué están hechos. Son artistas de los pintxos. De hecho, no hablan de pintxos, sino de “cocina en miniatura”. Y es rigurosamente cierto.
Desde fuera no llama la atención más que otros que están cerca, pero… ay amigos… contad el número de personas de su interior. Siempre está lleno. Algo querrá decir eso, ¿no? La barra no es muy grande porque el local tampoco lo es, pero no hay que perder el tiempo. Coge cualquier pintxo que te llame la atención para estar entretenido mientras preparan uno de foie. Lo de chuparse los dedos no es una forma de hablar. Puede ser que se inventara aquí.
Algunos establecimientos ofrecen una amplia carta, aunque al final haya un pintxo que destaque. En éste, la carta es brevísima, pero la especialidad de la casa es absolutamente brutal. Decir Txepetxa es decir antxoa (sí, también con “tx”). La preparan de varias maneras distintas, pero la elaboración es un maravilloso secreto. No preguntes por él porque si te lo dijeran tendrían que matarte. Ya se sabe… nada personal… sólo negocios. 🙂
De nuestros favoritos podríamos decir que este bar es el innovador, el que pone un toque de modernidad entre tanta oferta clásica. Algunos dirán que pierde la personalidad más tradicional de la ciudad. Nosotros te garantizamos que comeras de lujo e incluso de forma divertida. El ejemplo más claro es la mini hamburguesa con pan rojo porque ya lleva el keptchup en la propia masa…
Su pintxo estrella son los champiñones. A primera vista parece que es solo un palillo con tres champiñones, pero no es tan fácil que quede tan rico. El secreto está en la salsita… Y lo llevan haciendo desde 1955. Picantito, pero lo justo.