Si buscas una de las cafeterías más bonitas de París, sin duda, una de ellas es “El café de la Paix“. ¿Hay cafeterías más famosas que esta? Claro que las hay. Pero esta es especial primero por su ubicación: su barrio es el chic “Grands Boulevards”, es el distrito de los teatros. Ideal para hacer una pausa de las compras o para cenar después de ir al teatro. Vamos que está en la increíble esquina de la Place de l ’Opéra.
Pero no sólo vas a ir a una cafetería porque esté en un sitio especial (que es un plus). Iras porque quieres encontrarte lo que uno espera de París. Y eso los parisinos en realidad no lo saben, porque ellos lo viven. Los extranjeros somos los que tenemos esa imagen creada desde pequeños con un París lujoso, de pamelas, trajes pomposos, puros… Y aunque obviamente estamos en el siglo XXI y eso no lo vamos a ver en esta cafetería, pero sí que es muy fácil imaginarse que haya existido allí.
Y por cierto si quieres viajar y más en estos tiempos… Es super importante que lo hagas con un SEGURO DE VIAJES. Imagínate que a última hora no puedes viajar, que te pones enfermo, te pierden la maleta, tienes una caída… Te pueden pasar taaaantas cosas… Y nosotros solo te vamos a recomendar IATI porque es el que usamos hace años y porque cuando nosotros tuvimos un accidente en Panamá nos salvaron la vida. AQUÍ TIENES UN ENLACE PARA QUE TE HAGAN UN DESCUENTO DE NUESTRA PARTE.
Bueno, y ya que estás en París te voy a contar algunos planes GRATIS que hacer en París, que esto siempre es un gusto, ¿verdad? Puedes hacer una visita turística con guía GRATIS o una visita turística al museo del perfume en París. ¡Porque si pensamos en perfumen pensamos en París!
UN VISTAZO RÁPIDO
El café de la Paix es uno de los cafés más populares de París, ubicado en el IX Distrito. Se inauguró en el año 1862 y se le considera uno de los monumentos históricos más pintorescos de la ciudad. Allí han sucedido todo tipo de cosas. Por ejemplo, en 1948, se reunieron allí para grabar “Esto es París” el primer programa de radio en directo en EEUU.
Otros personajes célebres que han pasado por esta cafetería son Guy de Maupassant, Victor Hugo, Ernest Hemingway y François Mauriac. Y no hace tanto, a finales del siglo XIX, no era raro encontrar al Príncipe de Gales sentado en una pequeña mesa de la esquina. 🙂
Pero a nosotros hay una anécdota que nos gusta mucho y es que el fundador de los Ballets Rusos (pobre no era) fue generoso invitando a la vanguardia de las artes a cenas memorables donde las bebidas fluían alegremente. Y hubo una vez que la cafetería tuvo que pagar la factura cuando el empresario ruso se “olvidó” de pagar.
Además imagínate la cantidad de bailarines de París que han pasado por allí, del ballet, cantantes que iban para celebrar sus triunfos… Fue frecuentada hasta por Oscar Wilde y fue considerada cafetería histórica en 1975 por su arquitectura y los frescos de su interior. Hoy en día aún se conserva el techo de lujo diseñado por Garnier, el mismo autor del teatro de la Ópera Garnier.
Es lo que más llama la atención de una de las cafeterías más bonitas de Parías. Tiene un enorme comedor con columnas estriadas y un techo pintado que simula el cielo. Por supuesto bien de oro, color crema y verde. Los sillones son de estilo del siglo XVI en madera oscura y tapizados en color crema. ¡Vaya, que es como te imaginas una cafetería mítica de París!
Los colores de la alfombra se han escogido para tener un estado de ánimo suave. Imposible no estar relajados allí… Además, no sé si lo sabes pero es en esta cafetería donde desayunan los huéspedes del hotel Intercontinental Paris Le Grand.
En un sitio así lo que te apetece comer son unas ostras y una copita de champagne ya que te adentras en la “novelería” del momento. Pero lo cierto es que yo cuando fui, sí que bebí champagne pero no comí ostras (por cierto, las tienen todo el año excepto en verano). También es cierto que nosotros hemos estado viviendo dos meses en Rouen (la capital de Normandía) y allí hay ostras muy ricas y baratas, así que no era lo que más me llamaba la atención.
Sus especialidades son sin duda la famosa sopa de francesa, el lenguado a la parrilla o la meunière (con mucha mantequilla como buenos franceses), el foie de pato gras confitado (pobres patos pero es que está buenísimo) y si vais en noviembre (época de las vieiras) te aconsejo que comas vieiras sin parar. Ellos las hacen marinadas en caviar de limón.
Como yo iba a almorzar me senté en una mesa del salón grande. Lo que te recomiendo es que reserves, porque ya se sabe… “C´est París” e igual vas un martes y está lleno. Mientras miraba el menú a ver qué iba a pedir, me preguntaron si quería pan o brioche, y me pareció más exótico tomar brioche y probé también un pastelito de queso que estaba muy rico. En Francia el pan es muy rico “son muy paneros” pero me apetecía probar el brioche.
En la espera, me pedí un cocktail sin alcohol que cuesta 12 euros y me lo sirvieron con unas aceitunas y anacardos. Durante la comida me bebí eso sí, una copa de champagne. Creo que estar en un sitio así y no tomarte una copa de champagne es un pecado. La copa de champagne depende del que te pidas oscila entre 22 y 27 euros (mi preferido es el Veuve Clicquot, uuuummmm). De todas formas si te interesa saber más precios te dejo el menú aquí.
De lo que no te cansas seguro es de mirar a todas partes. Es imposible que no te imagines a esos personajes célebres sentados a tu alrededor. Probablemente todos fumando, riendo a carcajadas o al contrario, serios, hablando de asuntos importantes, culturales. Y ¡voilá! Cuando te sumerges en estos pensamientos… Te llega el primer plato en una de las cafeterías más bonitas de París.
Si digo la verdad no tuve ninguna duda a la hora de elegir el primer plato. Tenía muchas ganas de probar la sopa de cebolla y ellos siguen la tradicional receta así que no podía dejar pasar la ocasión. Lo cierto es que está muy muy rica. Creo que su secreto es el queso (comté) al que le ponen bastante cantidad de forma que queda un queso derretido que se estira. Y además hay bastante cantidad, no te vayas a imaginar un sorbito de sopa.
Con el segundo tuve más dudas a la hora de elegir. Si no hubiera probado el lenguado con mantequilla (sole ou meunière) en Normandía sin duda lo hubiera pedido aquí porque es un plato muy francés y que si está bien cocinado está riquísimo. También me quedé con ganas de probar el tartar de ternera, pero bueno, no lo podía probar todo en un día. Así que me pedí una carne con salsa blanca a la trufa que estaba muy suave y fue un acierto.
Pero sin duda, lo que más me gustó de toda la comida porque fue una supersorpresa, fue el postre. Estaba absolutamente delicioso sus milhojas. He de decir que no tengo ningún interés especial ni por el hojaldre ni por la crema, pero esto era otro nivel. Además los camareros que fueron muy simpáticos todo el tiempo, me explicaron el truco para no destrozarlo y la verdad que su truco sirvió para no destruir además lo bonito que estaba emplatado.
Como digo, si no puedes ir a comer por falta de tiempo, un planazo que puedes hacer es pedirte la milhojas con esa salsa de caramelo (a compartir si quieres) con un café y tomártelo en la terraza frente a la Opera de París. Si lo haces, escríbeme en los comentarios y cuéntame tu experiencia, porque estoy segura que te va a encantar una de las cafeterías más bonitas de París.
Dentro de la la cafetería hay diferentes áreas, depende de lo que vayas a hacer te puedes sentar en un área u en otra. Por ejemplo si quieres desayunar te dejo el menú aquí. Puedes desayunar de 08:00 a 11:00. Pero yo si fuera tú ya que te pones a darte un capricho…. Me daba el capricho de un brunch. ¡Mira qué pintaza! La sala donde se toma el brunch no da a la Opera de Paris, da a la calle de al lado, pero el ambiente en la cafetería es igual de agradable. Sentirás el ambiente parisino.
Las ciudades tienen sexo: Londres es un hombre, París una mujer, y Nueva York un transexual bien adaptado. – Angela Carter