Esta excursión es sólo apta para parejas románticas que les haga ilusión celebrar el día de San Valentín en la ciudad del amor. Bueno, que les apetezca celebrar el amor el día de San Valentín y el fin de semana anterior porque nosotros en realidad pre-celebramos el día de San Valentín con este paseo en barco romántico por París con la empresa Vedettes du Pont Neuf.
¡Lo único que tienes que hacer es abrigarte bien porque desde luego en París por la noche en febrero hace fresco en la cubierta del barco!
Y si quieres viajar y más en estos tiempos… Es super importante que lo hagas con un SEGURO DE VIAJES. Imagínate que a última hora no puedes viajar, que te pones enfermo, te pierden la maleta, tienes una caída… Te pueden pasar taaaantas cosas… Y nosotros solo te vamos a recomendar IATI porque es el que usamos hace años y porque cuando nosotros tuvimos un accidente en Panamá nos salvaron la vida. AQUÍ TIENES UN ENLACE PARA QUE TE HAGAN UN DESCUENTO DE NUESTRA PARTE.
Por cierto, ya que estás en París, puedes hacer un tour GRATIS por Paris, un freetour por Montmartre, un tour también gratuito por los misterios y leyendas de París, un tour por el barrio Latino, un tour por los alrededores de la Torre Eiffel y el Arco del Triunfo o un free tour por el Museo del perfume.
UN VISTAZO RÁPIDO
Como bien indica el nombre “vedettes du Pont Neuf” están justo debajo del Puente Nuevo de París (square du Vert Galant). Puedes ir en metro y bajarte en Chatelet (línea 7), Louvre (Línea 1) o Cité (linea 4). En autobús puedes ir con los números 27, 72, 74, 75, 58, 67 y 70. Y si vais en coche el parking más cercano es el del Palacio de Justicia o el del Louvre.
Por cierto, el “Puente Nuevo” se llama así pero justamente es el más antiguo de París. En su momento fue toda una novedad porque en el puente no había casas y además tenía aceras para proteger a los peatones de los caballos.
Nosotros hicimos el crucero de una hora con champán especial San Valentín, pero lo cierto es que esta empresa tiene muchos tipos de cruceros todo el año desde 1959 y todos zarpan desde allí. Los más habituales son el crucero de una hora por el Sena de día o de noche, de dos horas y media por el Canal de Saint Martin o el crucero Happy hour por el Sena (suena bien lo de happy hour, ¿verdad?)
Nuestro crucero comenzó a las 20:15 y teníamos que estar 15 minutos antes de la hora y presentar además del pasaporte sanitario que hoy en día (febrero 2022) lo piden para entrar casi a cualquier parte en Francia, el código QR y la reserva, claro. Por cierto, nosotros no nos la descargamos, pero la empresa tiene APP. Puedes bajártela la app AQUÍ.
El día que se celebra el amor en muchos países no podían faltar ni el color rojo ni los corazones. Por cierto, ¿sabes por qué se celebra el día de San Valentín? Parece algo comercial, pero lo cierto es que se conmemora un hecho histórico que ocurrió en el siglo III ya que en Roma, un sacerdote que se llamaba Valentín se opuso a la orden del emperador Claudio II que decidió prohibir la celebración de matrimonios para los jóvenes. Era mejor que los hombres se quedaran solteros ya que tenían menos ataduras y vínculos sentimentales para ser soldados. Y Valentín dijo que prevalecía el amor a la guerra. Oleeeeeee
Así que nada mejor que respirar amor en la ciudad del amor. París lo es desde que surgió la corriente artística del romanticismo que tuvo una gran presencia aquí, muchos escritores y poetas surgieron como Gustave Flaubert, mientras otros fueron acogidos como Pablo Picasso o Ernest Hemingway. En esta corriente, el amor y los sentimientos puros eran lo primordial. ¡Y que siga así!
Una vez que entras en el barco te puedes quedar en la parte de abajo en el bar (no te lo recomendamos porque lo bonito es ver la ciudad, ¿no?). Pero es verdad que también te puedes quedar en la proa y creerte que estás en Titanic. Es verdad que todo depende de la estación del año en la que vayas, pero en verano nos parece un planazo quedarte allí.
Lo cierto es que casi todo el mundo que fue a esta excursión iba en pareja y tuvimos la suerte de poder sentarnos separados con distancia y sentir que esa experiencia era única para cada pareja. Nosotros nos sentamos arriba delante del todo (es el mejor sitio) y se sentó una pareja también delante pero bastante separada así que parecía que estábamos solos. Si te sientas ahí tienes velitas, y además puedes apoyar tus cosas tranquilamente.
Cuando crees que nada puede ir a mejor, de repente sube una artista a la parte de arriba del barco (muy cerquita de donde estábamos nosotros sentados por eso te decimos también que es un buen sitio) y se pone a cantar canciones de amor. ¿Perdona? ¿Puede ser más bonito el momento? Muchas de las canciones eran en francés y a nosotros las canciones románticas de amor nos parecen que son más bonitas en francés.
El recorrido que hace este paseo romántico en barco por Paris es por el Sena desde el Puente Nuevo hasta la Torre Eiffel. Así que vas a tener un punto de vista único de los principales edificios de París. Por ejemplo verás La Catedral de Notre- Dame, La Conciergerie (donde estuvo en prisión la reina María Antonieta) o el museo de Orsay (cuando se construyó era una estación de tren y te encantará si te gusta la pintura impresionista).
Es inevitable pensar en puentes si piensas en París porque tiene nada más y nada menos que 37 puentes y pasarelas. Los que empezaron a construir los primeros puentes en París fue la tribu de los Parisii que se instalaron en la isla de la Cité y crearon el “Petit Pont” y el “Grand Pont” en el años 52 a.C.
Actualmente entre los puentes más ilustres están el Puente Nuevo, el puente Alejandro III, que se construyó para la Exposición Universal de 1900 o el Puente Marie, destinado a unir la isla Saint Louis con el resto de la ciudad cuando empezó su urbanización, en el siglo XVII. También es famosísimo el Puente del Alma ya que despierta mucha curiosidad en los turistas desde la desaparición de la princesa Diana en 1997.
Uno de nuestros preferidos es El Puente de las Artes, que une el Instituto de Francia con el museo del Louvre que además se ha convertido en una cita para los enamorados del mundo entero. Eso sí, por vuestra madre si venís a París no pongáis los malditos candados. Contaminan, ensucian el puente y no tiene ningún sentido. 😉
Decir champagne es decir París. Una cosa lleva a la otra y por eso en este crucero te dan una copita de champagne mientras disfrutas el paisaje parisino. Aunque en realidad el champagne lo inventó un monje benedictino en Francia y totalmente de casualidad en 1693. Este hombre estaba probando nuevos sistemas para elaborar vino y no conseguía eliminar las burbujas de la fermentación… Pero lo probó y el resultado estaba rico. ¡Inventó el champagne! Y esta es la evolución de esta bebida de los Dioses por si te da curiosidad…
Año 1695: Dom Pierre Pérignon (el inventor) mejora el método champenoise e impone el uso del tapón de corcho en sus botellas con forma de manzana. El champán es, desde ahora, un líquido espumoso.
Año 1735: El cuadro Le déjeuner d’huitres (El desayuno de ostras), de Jean Frangís de Troy, es la primera obra de arte en que aparece representado el champán.
Año 1846: El productor francés Perrier-Jouét rebaja la cantidad de azúcar que se le añade al champán para hacer que no sea tan extraordinariamente dulce.
Año 1866: La estrella musical del momento, George Leybourne firma un acuerdo con Moët para promocionar el champán, accediendo a cantar canciones que ensalcen sus virtudes y a no beber otra cosa en público.
Año 1994: Se prohíbe el uso de la expresión “método champenoise” en las botellas fuera de la región de Champagne. En virtud de esto, España lo llama cava, Italia lo llama spumante y Sudáfrica lo llama Cap Classique. En Alemania el vino espumoso se llama sekt. Incluso en Francia, las regiones que producen vino espumoso como Alsacia lo denominan Cremant.
Como te puedes imaginar teníamos la piel de gallina todo el rato por la emoción del momento pero algo que no podíamos imaginar es que el barco llegaba a la Torre Eiffel a “las 21:00 en punto”. ¿Y qué pasa a las horas en punto en la Torre Eiffel? Desde el año 2000, se produce un centelleo durante 5 minutos hasta la 1:00 de la mañana (si la noche cae a las 19:40, el primer centelleo tiene lugar a las 20:00). Así que disfrutamos de ver a la Torre bien cerquita, con su centelleo y además con una cantante interpretando canciones de amor.
El último centelleo es a las 1:00 de la mañana y tiene una pequeña peculiaridad: la luz dorada y el faro se apagan, ¡tiene que ser rarísimo no ver la Torre Eiffel y su faro! Este centelleo se deben a nada más y nada menos que 20.000 bombillas de 6 W que centellean sucesivamente de forma muy rápida. El efecto está inspirado en los flashes de las cámaras fotográficas y la iluminación del monumento (encendido y centelleo), tal y como la conocemos hoy, es obra de Pierre Bideau, un ingeniero de iluminación.
Pero lo más bonito más bonito en este paseo en barco romántico por París fue que cuando teníamos la Torre Eiffel a nuestros pies con el centelleo, la cantante comenzó a cantar “La vie en rose” de la magnífica Edith Piaf y fue en ese momento cuando Roberto y yo comenzamos a bailar pensando que estábamos solos en ese barco. ¡Fue mágico! Así que si haces finalmente este tour, ¡anímate a bailar!
París, la ciudad de los amantes, del amor.