¿Quién no ha soñado alguna vez en la vida con ir al Mar Muerto? No sabemos si la culpa la tendrán la típica foto que se hace la gente leyendo un libro mientras flota…
Y por cierto si quieres viajar y más en estos tiempos… Es super importante que lo hagas con un SEGURO DE VIAJES. Imaginate que a última hora no puedes viajar, que te pones enfermo, te pierden la maleta, tienes una caída… Te pueden pasar taaaantas cosas… Y nosotros solo te vamos a recomendar IATI porque es el que usamos hace años y porque cuando nosotros tuvimos un accidente en Panamá nos salvaron la vida. AQUÍ TIENES UN ENLACE PARA QUE TE HAGAN UN DESCUENTO DE NUESTRA PARTE.
Pero en nuestro viaje a Israel teníamos super claro que queríamos ver y catar el Mar Muerto así que nos apuntamos con Tourist Israel a su excursión de un día para conocer Masada, Ein Gedi y por supuesto el Mar Muerto.
UN VISTAZO RÁPIDO
Además de hacer este tour, como poder puedes ir de Jerusalén a Jordania, de Jerusalén a Egipto, o de Jerusalén a Belén y Jericó. Lo difícil será que te decidas. Pero tienes mil opciones que hacer.
Este tour de Jerusalén al mar muerto lo hicimos en inglés y se puede hacer desde Tel Aviv o desde Jerusalén todos los días. Nuestra guía se llamaba Jenny y era la primera vez que hacía el tour en inglés pero lo hizo fenomenal porque tenía lo fundamental: entusiasmo.
Pero si lo quieres hacer en español también se puede, sólo que nosotros no nos coincidía el día. En español este mismo tour lo hacen los jueves y domingos, os dejamos aquí el link.
Hombre, ya sólo con el nombre “Muerto” llama la atención. Se le puso este nombre porque se creía que nada podría vivir en este mar. Lo cierto que hoy en día sabemos que hay microorganismos pero claro, no le vamos a cambiar a estas alturas el nombre con el marketing que tiene…
Es pequeñito pero matón. Tiene setenta kilómetros de largo, dieciocho kilómetros de ancho y se extiende por Israel y Jordania. Nosotros lo conocimos en Israel, pero nos encantaría también disfrutarlo en Jordania en nuestro próximo viaje en grupo. ¿Te apuntas?
Y si prefieres que te lo organicemos de manera totalmente personalizada, sólo tienes que pasarte por aquí y darnos toda la información posible para que te podamos diseñar el viaje de tu vida. 🙂
La verdad es que pensábamos que ibamos a flotar más. Es decir, es verdad que no tienes que hacer ningún esfuerzo por flotar, pero no es una cosa loca que te metas en el agua y no puedas dominar tu cuerpo.
Y en esta playa de Kalia que nosotros fuimos con esta agencia había socorrista (pensamos que este sería el mejor trabajo del mundo porque todos flotan) pero es verdad que hay algunos peligros como que está prohibido ponerte boca abajo porque igual por la salinidad te cuesta dar la vuelta…
No metas la cabeza en el Mar Muerto, ¡verás las estrellas! A Rober le salpicó un poco sin querer en los ojos y durante unos minutos pensó en llamar a Iati (nuestro seguro de viajes y aquí os dejamos el enlace que os hacen un descuento si vais de nuestra parte) para que le pusieran un parche de pirata… ¡Actualmente tiene dos ojos! 😉
A ver, hay que aclarar que no es que esté blandito y duro al mismo tiempo, sino que nosotros hemos podido sumergirnos en dos playas diferentes. En Kalia beach, el suelo es como fangoso e incluso pegagoso.
Sin embargo, si vas por libre y quieres meter los pies en otra parte del Mar muerto observaras que el suelo es sal y por lo tanto está durísimo y duele al pisar. ¡Tienes que ponerte calzado de goma!
La sensación que tuvimos al bañarnos en el Mar Muerto es que nos sentíamos afortunados de estar allí porque puede que en unos años se evapore todo el agua.
Cuando estuvimos allí escuchamos que por un lado tanto Israel como Jordania no querían meter agua procedente de otro mar en el Mar Muerto, pero también escuchamos que ya lo están más que planeando, así que igual no va a ser la misma la misma agua pero se podrá seguir flotando. Los ecologistas están que trinan…
La verdad es que nos reímos muchísimo con este tema porque cuando llegas a Kalia beach empiezas a ver “el bar más bajo del mundo”, “La parada de bus más baja del mundo”…
Y a nosotros que nos encanta reírnos pues ya empezamos “Mira, el hombre sentado en una silla en la orilla más bajo del mundo” Pero lo cierto es que está a más de 400 metros por debajo del nivel del mar.
Podríamos decir que bañarte en el Mar Muerto es como bañarte en un mar denso que se parece un poco al aceite. No es desagradable, pero sí que es verdad que es diferente a bañarte en otra parte del mundo.
Además mucha gente lo que hace es que coge barro del fondo o de las rocas y se lo ponen por todo el cuerpo. Y allí tan tranquilos secándose al sol. Nosotros sólo nos pusimos un poco en los brazos y es verdad que se pone más suavita la piel.
De entrada tiene muchas cosas buenas: potasio, calcio, hierro, magnesio, sodio, azufre, zinc… Y es ideal para la gente que tiene psoriasis, eczemas, dolores musculares…
Pero ojo, que si tienes la tensión alta no es recomendable el baño, y no sólo te lo decimos nosotros, te lo dicen carteles bien grandes a la entrada de la playa con todas las prohibiciones.
Masada es otra maravilla de Israel que nada tiene que ver con el Mar Muerto pero no por eso deja de ser más espectacular. A nosotros nos fascinó.
Esta parada fue la primera que hicimos con la excursión y sin duda es por el calor. Te recomendamos visitarla a primera hora de la mañana. ¡Está en medio del desierto! Y no sabes lo bien que está conservada esta fortaleza ya que la construyó el rey Herodes en el siglo 40 a.C.
Nuestra sensación era la de estar en una gran ciudad lujosa, con piscinas, columnas… Y lo increíble es que no te hace falta mucha imaginación. Tenían la fortaleza construida en el quinto pino pero se las armaban para recoger agua de lluvia y para traer comida para sus estancias.
Pero así resumiendo mucho Masada en el siglo II es abandonada, en el siglo V unos monjes construyen una capilla y los árabes la conquistan en el siglo VII. No es hasta el siglo XIX cuando se identifica de nuevo el lugar como Masada así que igual se ha conservado tan bien por esto.
En la excursión que contratamos NO estaba incluida la entrada a Masada. Tuvimos que pagar 31 shequels, 9 dólares u 8 euros y además cogimos el teleférico que cuesta 46 shekels. La verdad es que nuestra guía fue un encanto y recopiló todo el dinero para que no tuviéramos que hacer colas.
A la fortaleza se puede ir perfectamente andando pero se tarda más o menos una hora de ida y media hora de vuelta y ese camino con sol tiene que ser duro (pero es gratis) y si vas en teleférico pues llegas en unos minutos y las vistas son increíbles.
Ein Gedi es un lugar tranquilo donde hacer un trekking muy suave donde vas pasando por pequeñas cascadas. No te vayas a imaginar cascadas caudalosas, lo que tienes que pensar es que es increíble que haya cascadas en un lugar tan desértico.
El coste de la entrada a Ein Gedi NO está incluida en este tour, y de nuevo nuestra guía Jenny recopiló el dinero de todos para que no tuviéramos que hacer colas. Nos costó 28 shequels, 8 dólares o 7 euros.
Hay varias rutas de trekking pero lo ideal es que al menos llegues hasta la cascada de David que es la más grande y donde te puedes hacer una foto chula. Y sentimos decirte que no te puedes bañar porque no hay tanta agua y además está prohibido.
No sabes la cantidad de cajeros automáticos que hay en general en Israel. ¡Nunca habíamos visto nada parecido! Hay sin exagerar uno por calle al menos. Practicamente cada tienda tiene su cajero automático.
Nosotros siempre que viajamos lo hacemos con nuestra tarjeta Bnext porque es la que te cobra menos comisión para sacar dinero de los cajeros (te dejamos este enlace para que te hagan un descuento)
Y si eres de los que les gusta pagar con tarjeta (para cosas pequeñas, no para pagar alquileres de coches u hoteles) te recomendamos la tarjeta Revolut porque es la que te hace el mejor cambio y puedes pagar con la moneda local.
¿Qué es lo que te ha gustado más? Déjanoslo en los comentarios… 🙂
2 Comments
El Mar Muerto es uno de esos lugares que recuerdo que desde chico me llaman la atención. No sé si era el nombre o qué, pero lo tengo en la cabeza desde hace como treinta años… y todavía sigo planeando viajes a cualquier otro lugar excepto ahí 😀 A ver cuando espabilo que quiero ir a nadar en aceite! 😛
Mi consejo es que vayas cuanto antes porque los sueños están para cumplirlos y porque con el cambio climático vete tú a saber qué pasa… Así que ponte fecha que mola mucho. 🙂